La Iglesia portuguesa pide "perdón" tras demoledor informe sobre religiosos pederastas
La Iglesia de Portugal pidió el viernes perdón por los abusos sexuales cometidos por religiosos contra menores durante medio siglo, expuestos en un informe abrumador, aunque evitó adoptar las medidas fuertes reclamadas por medios progresistas para sancionar a sus autores.
"Con dolor pedimos perdón nuevamente a todas las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica de Portugal", indicó un comunicado de los obispos reunidos en la ciudad santuario de Fátima (centro).
El pedido de perdón tendrá una "expresión pública en abril" en Fátima y se erigirá un monumento para homenajear a las víctimas durante la próxima Jornada Mundial de la Juventud, a inicios de agosto en Lisboa, anunció la Asamblea Plenaria Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP).
Los obispos prometieron tomar "medidas concretas" después de que un informe independiente encargado en 2021 revelara que miembros del clero de ese país abusaron sexualmente de al menos 4.815 menores desde 1950.
Esas agresiones fueron encubiertas por la jerarquía eclesiástica de forma "sistemática", subrayó el documento, publicado el 13 de febrero en base a más de 500 testimonios.
- "Tolerancia cero" -
En el comunicado, los abispos prometieron "tolerancia cero con todos los abusadores y con los que, de alguna manera, ocultaron los abusos llevados a cabo en el seno de la Iglesia Católica".
"Las heridas infligidas a las víctimas son irreparables. garantizamos que, si lo desean, tendrán nuestro (...) acompañamiento espiritual, psicológico y psiquátrico", en tanto que "las diócesis asumen el firme compromiso de brindar todas las ayudas para que eso suceda", subraya el documento.
El presidente de la CEP, José Ornelas, obispo de Leiria-Fátima, destacó en una rueda de prensa la necesidad de "cambiar una cultura en la Iglesia y en la sociedad".
El clérigo prometió apoyar "a las víctimas que lo desean", pero subrayó que cualquier indemnización tendría que ser decidida por los tribunales.
Los obispos acordaron el viernes crear una comisión "con carácter independiente" para el seguimiento de esos casos, integrada por "personas que no pertenecen a la jerarquía de la Iglesia", anunció Ornelas.
El papa Francisco prometió en 2019 librar una "batalla total" contra la pedofilia en la Iglesia, ante los miles de casos de abusos sexuales destapados en todo el mundo y acusaciones de disimulación por parte de miembros del clero.
"Ante los abusos, especialmente los cometidos por miembros de la Iglesia, no basta pedir perdón", afirmó el pontífice argentino en un video colgado el jueves en Twitter, en el cual reclamó "acciones concretas".
Los autores del informe sobre el clero portugués formularon varias recomendaciones a los responsables eclesiásticos.
Llaman en particular a formar una comisión especial sobre el tema, a considerar como un "deber moral" la denuncia de los agresores y a eliminar los confesionarios cerrados, que son con frecuencia el lugar donde se cometen los abusos.
- "Ninguna compasión" -
La Comisión entregó a los obispos una lista de presuntos agresores citados en los testimonios.
Pero Ornelas se mostró prudente sobre lo que decidirían las autoridades eclesiásticas respecto a los denunciados.
"Solo recibimos una lista de nombres sin descripción de la naturaleza de las acusaciones. (...) Cada obispo tendrá que decidir qué medidas tomar a la luz del derecho civil y canónico", declaró.
Varias organizaciones y figuras de los círculos católicos progresistas exigieron el jueves en una carta abierta la salida de los "obispos encubridores" y la suspensión de los miembros del clero sospechosos de agresiones sexuales.
"No vi nada concreto. (...) No sentimos ninguna compasión entre esta gente", afirmó Lisete Fradique, una de las firmantes de la carta, en la televisión SIC tras las declaraciones de Ornelas.
"Rezo por esta Iglesia que sufre. Estoy triste de saber que esta Iglesia peca tanto. Espero que [el pedido de perdón] marque la historia de la Iglesia y que a partir de ahora sea más fácil denunciar" los abusos, dijo a la AFP una fiel de 58 años que llegó a Fátima desde el norte de Portugal.
(A.Renaud--LPdF)