Los herederos de la familia imperial alemana renuncian a demandas contra el Estado
Los herederos de la familia imperial alemana Hohenzollern anunciaron el jueves la retirada de dos quejas contra el Estado y los Land destinados a obtener indemnización por obras de arte confiscadas en el este del país después del fin de la guerra en 1945.
El príncipe Jorge Federico de Prusia, jefe de la casa imperial que marcó un milenio de la historia de Alemania, confirmó el jueves la retirada de dos quejas ante el tribunal administrativo de Potsdam, capital del land de Brandeburgo cerca de Berlín.
"Decidí renunciar a la restitución de unas 4.000 obras de arte, así como a las indemnizaciones", dijo en conferencia de prensa.
La dinastía, destronada con Guillermo II tras la Primera Guerra mundial, consideraba haber sido injustamente expropiada en el Este en 1949 por los soviéticos en lo que se convertirá luego en la RDA comunista, cuando ya había un acuerdo en 1926 con el Estado alemán que acordaba la repartición de los bienes imperiales.
Según una ley de 1994, todas las personas que fueron expropiadas por la Unión soviética tienen derecho a reivindicar una indemnización si "no apoyaron al régimen nazi".
Fueron precisamente las relaciones eventuales de miembros de la familia con los nazis durante el III Reich lo que motivó la retirada de las quejas, explicó el príncipe heredero en el diario Welt.
Según el heredero, es justo "analizar de manera crítica a Guillermo" (1882-1951), primer hijo de Guillermo II, aunque no está "claramente probado" que otorgó ventajas a los nazis.
"Claramente trató de acercarse el régimen nazi" y "coincidió con el extremismo de derecha", lo que lo descalifica, según su descendiente.
Lo que estaba en juego era mucho: derecho de residencia en el famoso castillo de Cecilienhof en Potsdam y otros lugares, miles de obras de arte y más de un millón de euros como indemnización reclamados por la familia del último Kaiser.
(C.Fournier--LPdF)