Israel, pendiente de anuncio de Netanyahu sobre reforma judicial entre protestas masivas
Israel está a la espera este lunes de un anuncio de su primer ministro, Benjamin Netanyahu, sobre una polémica reforma de la justicia, contra la que se manifiestan decenas de miles de personas en Jerusalén tras un llamado a la huelga general.
Una multitud --de unos 80.000 manifestantes, según la prensa local-- se congregó el lunes por la tarde cerca del Parlamento en Jerusalén para protestar contra la reforma.
Una contramanifestación está prevista en el mismo lugar, lo que hace temer enfrentamientos entre partidarios de ambos campos.
"Llamo a todos los manifestantes en Jerusalén, de derecha y de izquierda, que se comporten de manera civilizada y no actúen violentamente. Todos somos hermanos", tuiteó Netanyahu.
Desde la mañana, los israelíes están pendientes de un anuncio del dirigente sobre una posible interrupción del proceso legislativo para votar una reforma de la justicia.
Según la prensa israelí, Netanyahu y su ministro de Seguridad Interior, Itamar Ben Gvir (extrema derecha), llevan a cabo intensas negociaciones, después de que el responsable ultraderechista amenazara con dejar el gobierno si se suspendía la reforma.
- "Reforma totalmente loca" -
Ante la magnitud de la movilización en el Parlamento, Trevor Falor, de 52 años, emprendedor en el sector del turismo, se muestra entusiasmado: "Es una locura total (ver) todas estas autoridades (y las personas) de todas las jurisdicciones, del ejército, del sector financiero, y de todos los sectores en Israel que dicen que esta reforma (...) es totalmente loca".
Arnon Bar David, líder de Histadrut, la gran central sindical de Israel, llamó a una huelga general este lunes, muy seguida en el sector público, incluidos los hospitales y los servicios médicos.
Las principales organizaciones patronales se distanciaron del llamado a la huelga pero pidieron diálogo para detener el proceso de la reforma.
Muchas empresas privadas --bancos, aseguradoras, cadenas de ropa y de restauración-- se sumaron a la huelga, en un hecho poco habitual en el país.
El paro estaba afectando también los vuelos en el aeropuerto internacional Ben Gurion, cerca de Tel Aviv, dijo a AFP Liza Dvir, una portavoz de la autoridad aeroportuaria.
Horas antes, el presidente Isaac Herzog había hecho un llamado "a detener inmediatamente el proceso legislativo", tras una noche de enfrentamientos entre manifestantes y policías en Tel Aviv.
Herzog tiene un papel sobre todo protocolario y sus reiterados llamados para encontrar un compromiso sobre la reforma han sido hasta ahora en vano.
El domingo, miles de personas salieron a las calles en Tel Aviv, después de que Netanyahu cesara al ministro de Defensa, Yoav Gallant, por pedir una suspensión de un mes en el proceso legislativo de aprobación de la reforma.
- EEUU, inquieto -
El proyecto promovido por el gobierno de Netanyahu, uno de los más derechistas de la historia de Israel, busca incrementar el poder de los políticos sobre los jueces y disminuir el rol de la Corte Suprema.
Sus detractores consideran que la reforma amenaza la separación de poderes y el carácter democrático del Estado de Israel, y el rechazo al proyecto generó en los tres últimos meses uno de los mayores movimientos populares de protestas de la historia del país.
Netanyahu y sus aliados ultraortodoxos y de extrema derecha defienden la reforma, con el argumento de que debe equilibrarse la correlación de fuerzas entre los cargos electos y la Corte Suprema, a la que consideran politizada.
El proceso legislativo sigue adelante, y este lunes, la comisión parlamentaria de leyes votó en favor de uno de los elementos clave de la reforma: el proyecto de ley por el que se modifica el proceso de nombramiento de los jueces.
Estados Unidos, gran aliado de Israel, ha manifestado su preocupación y subrayado la "necesidad urgente de un compromiso".
"Los cambios fundamentales en un sistema democrático deben llevarse a cabo con la base más amplia posible de apoyo popular", dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Adrienne Watson.
En un discurso televisado el jueves, Netanyahu se comprometió a "poner fin a la división", pero reiteró su determinación con hacer avanzar la reforma.
Al día siguiente, el primer ministro fue llamado al orden por la justicia, que consideró "ilegal" su intervención pública a propósito de la reforma judicial, dado que está implicado en procesos por soborno, fraude y abuso de confianza, cargos que él niega.
(A.Laurent--LPdF)