En los campos de Granada donde Lorca fue ejecutado, inquietud por las exhumaciones
En los campos de Granada donde el poeta Federico García Lorca vivió sus últimas horas, un grupo de especialistas busca los restos de casi 200 personas ejecutadas por franquistas al estallar la Guerra Civil española y teme por el futuro de las exhumaciones si la extrema derecha entra en el gobierno.
"A partir del 18 de julio de 1936 en adelante, hasta comienzos de diciembre, se utiliza este lugar como lugar de ejecución y fusilamiento", explica en el barranco de Víznar a la AFP Francisco Carrión, arqueólogo de la Universidad de Granada y director del proyecto de exhumación.
Entre las personas asesinadas aquí había hombres y mujeres, jóvenes y viejas, campesinos e intelectuales, costureras y modistas, obreros o maestros de escuela. Y un gran poeta, autor del "Romancero gitano" o "La casa de Bernarda Alba".
Y Lorca, ¿está aquí? "No creo", responde Carrión, que apunta a un lugar cercano en el que pronto empezarán a trabajar. En cualquier caso, "Lorca eran todos", insiste el profesor, para no quitarle importancia al resto de los muertos.
El cartel que da la bienvenida a este "lugar de memoria histórica" no ha escapado a las diferentes perspectivas sobre aquel periodo negro: donde alguien ha borrado que los muertos "dejaron sus vidas" para poner que "fueron asesinados", otro ha escrito "¡Viva Franco!" y "¡Arriba España!".
- Cuestión de Estado -
En octubre de 2022, se aprobó una Ley de Memoria Democrática impulsada por el gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez que estipulaba que "corresponde" al Estado "la búsqueda de personas desaparecidas durante la Guerra y la Dictadura", una tarea que hasta entonces había recaído en la sociedad civil.
La aprobación se tradujo en una mayor financiación pública de iniciativas y proyectos como el de Víznar, cuyo futuro está en el aire tras las elecciones legislativas del 23 de julio.
El favorito a ganarlas, el conservador Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), ya ha anunciado que derogará la ley, para lo que sin duda contará con el apoyo de los que podrían ser sus socios parlamentarios si los números no le alcanzan para gobernar en solitario, el partido de extrema derecha Vox.
"Se derogarán las normas que atacan la reconciliación en los asuntos históricos", sostiene un punto del acuerdo alcanzado recientemente por Vox y el PP para gobernar en la región de Valencia.
Este tipos de leyes, sostienen, reabren heridas de la Guerra Civil ya cicatrizadas, pero para Carrión esto es "un asunto de derechos humanos, llana y simplemente".
- Se hará de todos modos -
Mientras criba la tierra extraída de las fosas de Víznar, el arqueólogo Rafael Cid explica que trabajar en este rincón de Andalucía es más "intenso y personal" que en un yacimiento prehistórico o romano.
Dientes de oro, encendedores, insignias de dos ingenieros de ferrocarriles, botones de nácar, anillos, pendientes, gafas, dedales, agujas y enseres de costura, son algunos de los objetos personales hallados junto a los muertos.
Los familiares de primer grado que esperan recuperar los cuerpos de Víznar se pueden contar con los dedos de una mano, y hay un sentido de urgencia por acabar el trabajo.
La familia de García Lorca no quiere que se busque el cuerpo y no ha proporcionado material de ADN para su identificación, que podría llegar de todos modos por la reconstrucción cráneo-facial o porque fue asesinado y presumiblemente enterrado junto al maestro Dióscoro Galindo, al que le faltaba una pierna.
Tuvo que pasar un cuarto de siglo tras la muerte, en 1975, del dictador Francisco Franco, para que empezara a trabajarse seriamente en las exhumaciones, y hoy hay cientos y cientos de fosas identificadas por toda España.
El Valle de los Caídos no es una fosa cualquiera. Ahí, el dictador Francisco Franco hizo construir un mausoleo a su gloria, y para darle un aire reconciliatorio se llevó los restos de 30.000 muertos de la Guerra Civil de muchos cementerios de España, sin informar a las familias de los republicanos.
Entre ellos estaban los del tío abuelo de Silvia Navarro, un empresario masón e izquierdista, asesinado en 1936, al que lleva años intentando recuperar.
"Lo enterraron en una fosa común" del cementerio de Calatayud (noreste), "y ahí quedó junto a otras 200 personas muertas en condiciones parecidas. Hasta que el 4 de enero de 1959 el ayuntamiento autoriza la exhumación de la fosa sin preguntar a nadie. Arrancaron las hojas del registro y se los llevaron", narra Navarro.
"Creo que las familias vamos a tener que volver a batallar mucho", si PP y Vox gobiernan, adelanta Navarro.
Para Julio del Olmo, presidente en Valladolid (norte) de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, "nadie va a prohibir las exhumaciones, no se hizo antes y no se va a hacer ahora".
"Lo que puede cambiar es el tema de las ayudas económicas", añadió, precisando de todos modos que ellos no recibieron ninguna hasta 14 años después de su primera exhumación en 2002.
"Si tenemos ayuda, el trabajo se hace en un mes, si no, en cinco, pero se hará", sentencia Del Olmo.
(L.Chastain--LPdF)