Los casos judiciales de Trump otorgan protagonismo electoral a los tribunales
¿Provocó Donald Trump una insurrección? ¿Intentó robar unas elecciones? Se debería prohibir que sea candidato a la Casa Blanca? Los tribunales nunca han tenido hasta ahora tanto protagonismo en unas presidenciales.
Éstas son sólo algunas de las preguntas que deben debatir los tribunales estadounidenses mientras el magnate inmobiliario de 77 años aspira a un segundo mandato presidencial.
La avalancha de casos penales y civiles a los que se enfrenta el expresidente republicano ha puesto en aprietos al poder judicial, que se ve obligado a ejercer de árbitro en un año electoral complicado.
"No es el tipo de lucha que generalmente agrada a los tribunales", afirma William Howell, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago. "Y, sin embargo, aquí estamos".
Trump se enfrenta a cargos por delitos graves debido a sus presuntos esfuerzos para alterar los resultados de las presidenciales de 2020 y su papel en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 por parte de partidarios suyos.
También se le acusa de haberse llevado documentos ultrasecretos cuando se fue de la Casa Blanca y de haber pagado dinero a una actriz porno para que guardara silencio en vísperas de las elecciones.
Y estos son sólo los casos penales.
A los tribunales "se les pide que decidan acerca de temas difíciles todo el tiempo", argumenta Derek Muller, profesor de derecho de la Universidad de Notre Dame.
"Pero no cabe duda de que es más intenso cuando hay que tratar con estos temas antes de unas elecciones presidenciales, incluidas cuestiones que podrían ser decisivas, como si el candidato puede o no presentarse", explicó.
Es el tema al que se enfrenta actualmente la Corte Suprema de Estados Unidos, a la que Trump ha pedido que anule una sentencia del Tribunal Supremo de Colorado que le impide participar en las elecciones primarias republicanas en este estado del oeste del país.
El Tribunal Supremo de Colorado excluyó a Trump de las papeletas electorales citando una enmienda que prohíbe a cualquier persona ocupar un cargo público si ha participado en "insurrección o rebelión" después de haber prometido apoyar y defender la Constitución.
Los tribunales tratan los temas de elegibilidad, dijo Muller, "pero normalmente se trata de candidatos marginales" y "no del favorito para la nominación".
Según Howell los nueve jueces de la Corte Suprema, tres de los cuales fueron nombrados por Trump, tendrán en cuenta el clima político a la hora de emitir un fallo.
"Podemos apostar que los jueces, cuando traten de determinar si quieren o no despojarlo de la candidatura, pensarán en lo que está en juego políticamente", predijo.
- "Inmunidad absoluta" -
Es posible que la Corte Suprema, con mayoría conservadora, también tenga que pronunciarse sobre la "inmunidad absoluta" que alegan los abogados de Trump para su cliente por ser un expresidente.
Un juez que debe examinar un caso sobre un presunto intento de alterar los resultados electorales de 2020 ha rechazado la demanda de inmunidad y está pendiente ante un tribunal de apelaciones.
Muller dijo que los tribunales se adentran en un terreno desconocido en lo relativo a la inmunidad.
"Ningún expresidente ha sido inculpado antes, y mucho menos en cuatro lugares diferentes, y ha intentado hacer valer su inmunidad", afirmó.
Según Howell los problemas legales de Trump han puesto de relieve otro hecho: la lentitud de los tribunales.
La estrategia de Trump "es intentar retrasar, retrasar, retrasar con la esperanza de que realmente gane la presidencia" y todos estos casos "desaparezcan", dijo.
Si Trump gana las elecciones presidenciales de noviembre posiblemente pueda indultarse a sí mismo o solicitar que se desestimen los cargos contra él.
Además de los casos penales, el magnate es blanco de procesos civiles.
Él y sus dos hijos mayores están siendo juzgados en Nueva York, acusados de fraude empresarial por inflar el valor de sus activos inmobiliarios para recibir préstamos bancarios y condiciones de seguros más favorables.
El expresidente también fue declarado responsable el año pasado de agresión sexual y difamación a una experiodista a la que tuvo que pagar cinco millones de dólares en daños y perjuicios.
Sin embargo los problemas legales de Trump no parecen haber afectado a su popularidad y sigue siendo el gran favorito para la nominación presidencial del Partido Republicano.
Trump denuncia "injerencia electoral" por parte de un Departamento de Justicia "instrumentalizado" por el presidente Joe Biden, su probable rival en las elecciones de noviembre.
Y ha rentabilizado la fotografía policial que le tomaron en Georgia, donde se le acusa de extorsión, utilizándola para recaudar fondos.
(C.Fournier--LPdF)