El jefe de Boeing reconoce un "error" tras el incidente de Alaska Airlines y promete transparencia
El presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, asumió el martes la responsabilidad por el incidente casi catastrófico de Alaska Airlines y prometió "completa transparencia", mientras el gigante de la aviación intenta salir de su última crisis.
"Vamos a abordar esto, en primer lugar, reconociendo nuestro error", dijo Calhoun a los empleados en una reunión de seguridad convocada después del aterrizaje de emergencia del viernes, que se produjo después de que un panel de la aeronave se desprendiera en pleno vuelo.
"Vamos a abordarlo con 100% y completa transparencia en cada paso del camino", aseguró.
Calhoun, quien llegó a la cima de Boeing en enero de 2020 cuando la compañía se tambaleaba tras dos accidentes mortales del 737 MAX, se comprometió en trabajar con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), que está investigando el incidente.
"Confío en cada paso que tomen, y ellos llegarán a una conclusión", dijo Calhoun sobre la NTSB.
Los reguladores estadounidenses junto con la Administración Federal de Aviación han dejado en tierra 171 aviones 737 MAX 9 con la misma configuración que el de Alaska Airlines.
Las aerolíneas estadounidenses United y Alaska Airlines informaron el lunes que hallaron "componentes sueltos" en algunos de sus aviones Boeing 737 MAX 9 durante las inspecciones preliminares.
El panel afectado, un tapón de puerta, es usado para rellenar una salida de emergencia no necesaria en los aviones.
Los investigadores de la NTSB sugirieron el lunes por la noche que esa parte no estaba ajustada adecuadamente.
El martes, la Administración Federal de Aviación (FAA) dijo que todavía estaban trabajando con Boeing para finalizar la instrucciones detalladas de la inspección para los aviones en tierra.
- Disculpas -
Cientos de vuelos han sido cancelados debido a la inmovilización de una parte de la flota MAX.
Alaska Airlines pidió disculpas a los consumidores afectados en un mensaje en la red social X.
"Entendemos que los planes de viaje se han visto afectados y estamos haciendo todo lo posible para minimizar la interrupción", publicó Alaska, y reiteró que está a la espera de nuevas instrucciones de Boeing y la FAA.
"Hasta entonces, la flota permanecerá en tierra", apuntó Alaska Airlines.
La crisis ha renovado la presión sobre Boeing, que ha luchado por encontrar completamente su equilibrio desde que los anteriores accidentes del MAX llevaron a una larga inmovilización de los aviones.
Boeing ha tenido problemas con la cadena de suministro y el control de calidad desde que el MAX volvió al servicio, lo que ha limitado su producción y afectado sus resultados.
El precio de las acciones de la compañía ha caído más de un 9% desde el incidente del viernes.
Esta cifra está dentro del objetivo de Boeing, que la compañía rebajó de 400 a 375 desde un rango anterior de 400-450.
Boeing informó de la entrega de 528 aviones en total el año pasado, frente a los 480 de 2022. Sin embargo, las entregas están muy por debajo de las 806 de 2018, antes de la prolongada paralización del MAX.
(V.Castillon--LPdF)