La Fiscalía pide 22 años de cárcel para el hombre que envió cartas bomba en España
La Fiscalía española pidió 22 años de cárcel para el sospechoso de enviar cartas bomba en 2022 a las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid y al presidente del gobierno español, según un escrito al que tuvo acceso la AFP este viernes.
Para el Ministerio Fiscal, el español Pompeyo González Pascual, de 75 años, incurrió en los delitos de "terrorismo" y fabricación de artefactos explosivos por los seis sobres que remitió a finales de 2022, según señaló el documento.
La Fiscalía solicitó además para González Pascual, que será juzgado en una fecha aún por definir, doce años de libertad vigilada una vez que haya finalizado su condena de prisión, que por las leyes españolas tendrá un "máximo de cumplimiento efectivo" de veinte años, indicó el escrito.
De acuerdo a la acusación, el sospechoso envió seis sobres bomba al presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, a su ministra de Defensa, a las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid, a una empresa de armas que fabrica lanzagranadas donados a Ucrania y a una importante base militar española.
El hombre era contrario al apoyo anunciado por España y Estados Unidos a Ucrania tras la invasión rusa y buscaba "variar esos posicionamientos y causar profunda conmoción en la normal convivencia pacífica de la sociedad española", según la Fiscalía.
Un vigilante de la embajada ucraniana resultó herido de levedad cuando manipulaba el sobre y las otras cartas fueron interceptadas por personal de seguridad.
El acusado fue detenido y puesto en prisión preventiva en enero de 2023, pero un juez lo dejó en libertad provisional con medidas cautelares en abril de ese año, al considerar que no había peligro de que destruyera pruebas ni de que reincidiera, además de que carecía de antecedentes penales.
Según ese juez, "no hay indicios" de que el sospechoso haya actuado junto a "grupo organizado terrorista alguno".
El diario The New York Times publicó que los servicios de inteligencia estadounidenses y europeos sospechaban que detrás de las cartas bomba estaba un pequeño grupo paramilitar ruso, el Movimiento Imperial Ruso (MIR), actuando a las órdenes del servicio de inteligencia militar ruso (GRU).
"Miembros destacados del grupo viajaron a España y la policía (española) arrojó luz sobre sus vínculos con organizaciones españolas de extrema derecha", escribió el medio estadounidense.
(F.Moulin--LPdF)