Pese a la crisis, Haití rescata "festival de la resistencia" al son del jazz
Cientos de personas asistieron esta semana al festival de música "PapJazz" en la capital de Haití, que regresó por primera vez desde 2021 con un programa modificado y estrictas precauciones de seguridad en medio de la grave situación de seguridad de la ciudad.
El festival internacional de jazz se pospuso en 2022 y el año pasado se reubicó en la ciudad norteña de Cabo Haitiano por preocupaciones de seguridad en Puerto Príncipe, donde las Naciones Unidas estiman que las pandillas controlan hasta el 80% del área.
"Este es el festival de la resistencia a todo lo que está pasando, nuestra forma de decir que creemos y queremos seguir adelante", declaró a la AFP Milena Sandler, una de las organizadoras del festival.
El evento, en su 17ª edición con cierre el domingo, da a los habitantes de Puerto Príncipe "la esperanza de que pueden soñar, vivir juntos", dijo Sandler.
El público, en su mayoría expatriados y haitianos de clase media, bailó y cantó cada noche, a veces sentado, a veces de pie, con grupos que interpretaban música de carnaval local "Rara" entre los actos.
Según el grupo organizador Haiti Jazz Foundation, PapJazz acogió entre 550 y 850 invitados cada noche de jueves a sábado.
"La ciudad no está muerta a pesar de todo", recalcó la organizadora.
Haití, la nación más pobre del continente americano, lleva años sumida en crisis, con bandas armadas cada vez más poderosas que desatan una violencia brutal y dejan la economía y el sistema de salud pública hechos pedazos.
Los homicidios y secuestros en el país caribeño se duplicaron el año pasado, según un informe reciente de Naciones Unidas.
En respuesta a los problemas de seguridad, el festival PapJazz 2024 se redujo de ocho a cuatro días, y los conciertos sólo se celebraron en un barrio residencial relativamente seguro.
"A pesar de las dificultades, el festival es testigo de una impresionante capacidad de resiliencia. Es una celebración de la riqueza cultural haitiana", dijo a la AFP una de las asistentes, Esmeralda Milce, que trabaja en marketing.
(O.Agard--LPdF)