"Es la cereza del pastel": la banda francesa L'Impératrice abraza el éxito en Coachella
Los franceses de L'Impératrice estaban a punto de embarcar hacia Estados Unidos para debutar en el festival de Coachella en 2020 cuando la pandemia de covid-19 irrumpió en escena cancelando todo. Dos años después y antes de subir a uno de los grandes escenarios musicales festejan: "Esta es la cereza del pastel".
Este grupo que nació en París en 2012 y ejecuta una elegante mezcla de pop, sonidos electrónicos, funk y música disco moderna (nu-disco), llega al festival en el desierto de California, en medio de la gira de su segundo disco, "Taku Tsubo" (2021), y ya con una legión de seguidores a nivel internacional.
En el escenario de Gobi, uno de los siete que el festival desplegó en el Empire Polo Club de la ciudad de Indio (oeste de Estados Unidos), cientos de personas se aglutinaron entusiasmados la tarde del sábado para escuchar a los franceses. Vestidos en rojo y ocre, con corazones iluminados en la parte superior de sus prendas, los músicos pusieron a saltar a sus seguidores, quienes bailaron sin parar durante todo el set.
"Creo que es la magia", dice en entrevista con la AFP la vocalista Flore Benguigui cuando se le pregunta a qué cree que se debe el masivo éxito de la banda a pesar de que básicamente cantan en francés.
"El mundo también es diferente de lo que era 20 años atrás", complementa el tecladista Charles de Boisseguin. "Creo que la gente está más abierta a otros idiomas. La gente quizás es un poquito más curiosa y quieren descubrir otros idiomas. El francés quizás es un poco misterioso, así como nuestra música.", alega.
La banda, compuesta además por Hagni Gwon (teclados), David Gaugué (bajo), Achille Trocellier (guitarra eléctrica) y Tom Daveau (batería), había lanzado varios EP pero sólo un album completo cuando la pandemia confinó al mundo.
Los músicos utilizaron este tiempo para trabajar en su segunda gran producción. "Trabajamos de forma eficiente", dice Benguigui. "Construimos nuestro propio estudio, conversamos y buscamos estar listos para cuando pudiéramos salir de gira", agrega.
Con su cabello rosa neón por los hombros, y un ensamble morado y fucsia del diseñador Pierre Cardin, Benguigui sostiene que poder volver a los escenarios después de levantadas las restricciones por el covid-19 ha sido "electrizante".
"Hemos hablado con gente que nos ha dicho que el nuestro fue el primer espectáculo que vieron después del covid-19", comenta.
"Podíamos sentir la emoción, la energía de la audiencia. Alguna gente incluso lloraba de alegría, como si nos estuvieran dando la bienvenida, como si estuvieran aliviados de finalmente tener música al vivo", detalla.
"Cada concierto es diferente, y estamos tan felices de estar aquí en Coachella", cuenta sonriendo la cantante, quien además explica que fue todo un desafío ajustar un set de 40 minutos, el tiempo de cada presentación en el festival.
Ahora, L'Impératrice continuará de gira por Estados Unidos, además de cumplir con una segunda fecha el próximo fin de semana en el festival de Coachella.
(C.Fontaine--LPdF)