Vivir 32 días en el "techo de México", el reto de una joven montañista
La montañista Perla Tijerina descendió este jueves del "techo de México", el volcán Pico de Orizaba, de 5.636 metros de altitud, luego de vivir 32 días en su cima en un reto que denominó "Mujer de altura".
Tijerina, de 31 años, dejó atrás el glaciar y emprendió una caminata por terrenos agrestes hasta la falda del Citlaltépetl, como también se le conoce a esta montaña, según un video difundido en su cuenta de Instagram.
"¡Gracias, Citla!", gritó a todo pulmón la joven, por momentos conmovida hasta el llanto.
Orgullosa de llevar su "cuerpo al límite", la escaladora se planteó este desafío como un "reto personal" para demostrar que las mujeres pueden "hacer cosas extraordinarias", comentó a la AFP a través de mensajes telefónicos horas antes de bajar.
Con ayuda de cargadores solares o pilas que le llevaban otros montañistas, Perla documentó el reto en el Citlaltépetl en sus redes sociales.
Publicó majestuosas imágenes de la cima nevada, el amanecer en un día claro, la noche iluminada por la luna, pero también de sus dificultades para cocinar o de su tienda de campaña sacudiéndose por una tormenta.
Tras aclimatarse una semana a alturas de 3.000 y 5.000 metros, el 20 de marzo atacó la cima del Pico de Orizaba, la mayor elevación de México y el volcán más alto de Norteamérica.
En el descenso este jueves fue apoyada por otros escaladores que trasladaron el equipo utilizado para su estancia.
La que baja "es una Perla totalmente diferente, he estado con la naturaleza, con Dios, conmigo misma. Este lugar es mágico", añadió la mujer, originaria del norteño estado de Coahuila.
- K2, un sueño -
El mundo del montañismo es dominado por quién escaló primero, más rápido, más veces o encontró una nueva ruta, pero son escasos los registros de permanencia en altura.
Publicaciones especializadas colocan al español Fernando Garrido como el poseedor del récord mundial: en 1986 estuvo 62 días a 6.961 metros en el Aconcagua, en Argentina, la mayor montaña del continente.
"No conozco otras experiencias de mujeres, sé que (la montañista mexicana) Elsa Ávila estuvo unos días aquí antes de irse al Everest. Y conozco la historia de Garrido", explica.
Tijerina frecuenta las cimas latinoamericanas. "Este año tengo expediciones internacionales en Bolivia, Perú y Chile, son alturas de 5.000 y 6.000, me sirven de entrenamiento", dice.
Su sueño es hacer cumbre, sin oxígeno suplementario, en alguna de las 14 montañas del mundo que superan los 8.000 metros.
"Es mi más grande sueño el K2 (8.611 msnm)", añade la expedicionaria sobre la segunda elevación del planeta, parte de los Himalayas, y una de las más peligrosas.
Pasó ocho meses en Ecuador preparándose para escalar el Cho Oyu (8.201 msnm), también en la cordillera asiática, pero enfermó de hipoxia (disminución de oxígeno en la sangre) y regresó a México.
México cuenta con grandes montañistas como Carlos Carsolio, el cuarto en el mundo -y el primer no europeo- en hacer cumbre en los 14 "ochomiles" (1985-1996). En 1999, la mexicana Ávila fue la primera latinoamericana en hacer cumbre en el Everest.
(R.Lavigne--LPdF)