Evenepoel gana en el Puerto de Belagua, en un ataque de orgullo
Después de ver esfumarse el viernes sus opciones de revalidar el título en la Vuelta a España, el belga Remco Evenepoel tuvo una reacción de orgullo y se desquitó al menos de manera honorífica con una exhibición personal que concluyó con éxito en la subida del Puerto de Belagua (Navarra), para ganar en solitario la 14ª etapa.
Este sábado salió con ánimo de revancha y en la parte final lanzó un ataque que el francés Romain Bardet, segundo finalmente a un minuto y doce segundos, no pudo responder a falta de cuatro kilómetros. El tercer puesto del día, a más de seis minutos y medio del ganador, fue para el belga Lennert Van Eetvelt (Lotto), que se adelantó por poco al español Jonathan Castroviejo (Ineos-Grenadiers), cuarto.
El viernes, en la etapa del Tourmalet, Evenepoel había quedado a más de 27 minutos en la clasificación general del líder, el estadounidense Sepp Kuss (Jumbo-Visma).
"Ayer fue un día muy complicado, no logré dormir bien, tenía muchas cosas en la cabeza. Esta mañana me desperté y me dije a mí mismo que tenía que ir adelante", explicó el corredor belga a la televisión Eurosport.
Con su amplia victoria de este sábado, Evenepoel se puso decimoquinto de la general pero todavía a más de 19 minutos del jersey rojo.
Kuss viste ese maillot de líder de la general, con un minuto y 37 segundos de ventaja sobre su compañero esloveno, Primoz Roglic, segundo, mientras que el danés Jonas Vingenaard es tercero, a un minuto y 44 segundos. Tres hombres del Jumbo-Visma ocupan el podio virtual de esta Vuelta.
Después vienen en la general cuatro corredores españoles, Juan Ayuso (UAE), cuarto a 2 minutos y 37 segundos, es el mejor situado.
- Bardet, casi hasta el final -
Evenepoel atacó ya desde los primeros kilómetros de la etapa del sábado, siendo seguido primero por Thomas de Gendt y luego por una veintena de corredores, para marcar una primera distancia importante respecto al pelotón. Los favoritos dejaron irse la escapada antes de la primera dificultad del día, el Puerto de la Hourcière. Fue en la cima de ese puerto donde Evenepoel y Bardet aceleraron, a 91 kilómetros de la meta.
"Me encontré solo con Romain y logramos una buena diferencia en el descenso. Ha cooperado muy bien conmigo", estimó Evenepoel. Bardet trató de seguir su ritmo, antes de constatar a cuatro kilómetros para el final que su adversario tenía mejores piernas para esos últimos tramos.
Evenepoel se emocionó en la meta, con lágrimas de alegría y de rabia contenida, en un día en el que terminó con ocho minutos de ventaja sobre el grupo del líder, pero donde sobre todo demostró que su Vuelta no ha terminado.
"Voy a centrarme en otras victorias de etapa y en el maillot de mejor escalador", afirmó después de su segunda victoria de etapa en esta Vuelta.
El domingo, la Vuelta a España llega a la decimoquinta etapa, de 158,5 kilómetros entre Pamplona y Lekunberri. Después afrontará la última semana, que empieza con una jornada de descanso el lunes en Santander.
(R.Lavigne--LPdF)