Los velocistas tienen una nueva oportunidad el viernes en el Tour
La 13ª etapa del Tour de Francia, el viernes entre Agen y Pau, se presenta como una de las últimas ocasiones para los especialistas en el esprint en esta edición, en la que se llega el fin de semana a la alta montaña.
Situada en el suroeste de Francia, Pau será la meta del día y se convertirá en ciudad-etapa del Tour por 75ª vez en su historia. Es la tradicional puerta de entrada del pelotón hacia los Pirineos, que estarán en el menú el sábado y el domingo.
A la espera de esos platos fuertes, Pau ofrece la penúltima etapa de trazado principalmente llano en este Tour. La última será la que termine en Nîmes el martes.
"Es una de las últimas ocasiones para los velocistas ya que, de Pau a Niza [meta final, el domingo 21 de julio] apenas hay llano", explica Thierry Gouvenou, el responsable de trazar el recorrido de este Tour.
El viernes, "toda la salida es en zona muy plana y vamos a volver a pasar por Nogaro, donde nos detuvimos el año pasado, y después vamos a realizar varias subidas a partir de Madiran", explica.
En la parte final, las ascensiones de Blachon (1,5 km al 6,9%) y de Simacourbe (1,8 km al 6,4%) podrán "poner en dificultades a algunos velocistas". Eso podría beneficiar a especialistas al esprint que responden también bien en ese tipo de terreno, como el belga Jasper Philipsen o el eritreo Biniam Girmay (actual maillot verde de la clasificación por puntos).
Salida de Agen a las 11h30 GMT, llegada a Pau a las 15h30 GMT (horario calculado según una media de 45 km/h)
(P.Toussaint--LPdF)