El prodigioso Alcaraz tumba a Tiafoe y se asoma a la historia en el US Open
En otra batalla hasta la medianoche, el tenista español Carlos Alcaraz venció este viernes al estadounidense Frances Tiafoe y clasificó a la final del Abierto de Estados Unidos, su primera de Grand Slam, donde también puede erigirse en el número uno más joven de la historia.
Alcaraz, de 19 años, acabó con la resistencia de Tiafoe por 6-7 (6/8), 6-3, 6-1, 6-7 (5/7) y 6-3 en otra maratón nocturna de cuatro horas y 19 minutos en la pista central de Flushing Meadows (Nueva York).
El español enfrentará el domingo al noruego Casper Ruud en una final con un doble premio para el ganador: su primer título de Grand Slam y el número uno de la ATP que dejó vacante en Nueva York Daniil Medvedev.
"Es increíble luchar por grandes cosas. Estoy por primera vez en una final de Grand Slam, puedo ver el número uno pero a la vez está muy lejos", dijo un emocionado Alcaraz tras el partido.
"Ahora mismo no le tengo miedo a ese momento. Me he preparado mental y físicamente para estar peleando por grandes cosas como el domingo", explicó después ante la prensa.
A Ruud "ya le gané en (el Masters 1000 de) Miami y soy capaz de ganarle en un Grand Slam, aunque él ya haya jugado una final", dijo Alcaraz en referencia a la derrota del noruego frente a Rafael Nadal en el pasado Roland Garros.
Por el momento Alcaraz ya es el finalista más joven de un torneo grande desde que su ídolo Nadal ganó el primero de sus 22 títulos en 2005 en Roland Garros.
Con su vertiginoso juego, carisma y puntos estratosféricos, el joven de El Palmar, un pueblo español de 20.000 habitantes, se ganó el apoyo de una buena parte de la pista más grande del mundo (23.000 aficionados) hasta que en la recta final se volcó con el jugador local en su trepidante pero fallida remontada.
En el set final, y ante un rival de gran potencia física, Alcaraz no se resintió de las casi cuatro horas de partido del lunes ante Marin Cilic y las más de cinco del miércoles frente a Jannik Sinner (5:15), este último hasta los 02H50 de la madrugada, hora récord en la historia del US Open.
- Michelle Obama con Tiafoe -
La ex primera dama Michelle Obama acudió, además de muchas otras personalidades, a Flushing Meadows a apoyar a Tiafoe, que dio la cara hasta el final en la pista Arthur Ashe, el anterior tenista negro en jugar una semifinal en Nueva York en 1972.
La inesperada aparición de Tiafoe, que solo tiene un lejano trofeo (Delray Beach en 2018), no solo reactivó al decaído tenis masculino estadounidense sino que resultó una gran inspiración para los jugadores afroestadounidenses en el mismo torneo en que se despidió Serena Williams.
"Siento que los he defraudado. Esto realmente duele (...) Volveré y ganaré esto algún día", prometió con los ojos vidriosos el primer semifinalista estadounidense en Flushing Meadows desde 2006.
"Di todo lo que tenía pero Carlos fue demasiado bueno esta noche", admitió. "Es tan joven. Le pega tan fuerte a la pelota. Y nunca he jugado contra un tipo que se mueva tan bien (...) Va a ser un problema para mucho tiempo".
- "Un poco de magia" -
Con la confianza de sus grandes victorias ante Nadal y Andrey Rublev, Tiafoe compitió mano a mano con Alcaraz en la primera manga.
Tiafoe necesitó de cinco pelotas de set pero logró adelantarse en el 'tiebreak', territorio en el que ha sido implacable en Nueva York ganando sus ocho disputados.
Pero Alcaraz ya empezaba a frustrar a Tiafoe con las vidas extra que le da su velocidad, como en un punto que ganó tras salvar tres dejadas de Tiafoe en la red.
"Nunca doy una bola por perdida. Alguna vez esos puntos me ayudan a venirme arriba, a sonreír, a disfrutar el momento. Algunas veces hay que sacar un poco de magia", explicó con una sonrisa.
Del otro lado, el estadounidense pagaba su escasa puntería en el primer servicio (apenas un 33% en el set decisivo) y permitió el primer quiebre de Alcaraz, suficiente para zanjar el segundo set.
El español no quitó el pie del acelerador y solo cedió un juego en el tercero.
Tiafoe, zarandeado de un lado a otro, inició un declive que parecía definitivo hasta que al inicio del cuarto set encontró su primer quiebre de la noche.
Con Michelle Obama de pie aplaudiendo brillantes puntos, el estadounidense y la grada se embarcaron juntos en una remontada que tomó impulso hasta forzar un segundo 'tiebreak', que también cayó del lado de Tiafoe.
La cancha era una olla a presión cuando Alcaraz, especialista en los duelos de larga distancia, rebajó la presión con un quiebre en el primer juego.
Tiafoe se negó a arrojar la toalla y alargó el set haciendo temblar de nervios en el palco a Carlos Alcaraz, el padre de la joya.
Pero una última genialidad del español le concedió tres pelotas para auparse a su ansiada primera final de Grand Slam.
(M.LaRue--LPdF)