Le Pays De France - Grupos de ultracatólicos croatas oran por el recato de las mujeres

Paris -
Grupos de ultracatólicos croatas oran por el recato de las mujeres
Grupos de ultracatólicos croatas oran por el recato de las mujeres / Foto: © AFP

Grupos de ultracatólicos croatas oran por el recato de las mujeres

Centenares de fieles se congregan una vez por mes en las principales plazas en Croacia y oran de rodillas contra el aborto y por el recato de las mujeres y el fortalecimiento de la autoridad patriarcal.

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Estos grupos conocidos por la denominación de "Ser viriles" atraen a un pequeño pero aplicado grupo de seguidores en el país balcánico, donde la Iglesia Católica tiene fuerte influencia y los valores tradicionales siguen muy arraigados.

Pero las opiniones de estos grupos, apodados "Los genuflexos" por sus detractores, han encendido las alarmas de defensores de los derechos humanos, que critican las imprecaciones para que las mujeres se vistan de manera más recatada, los denuestos contra el sexo premarital y las peticiones por la prohibición del aborto.

Estas congregaciones, que tratan de revertir una supuesta "crisis de la masculinidad", se registran desde octubre el primer sábado de cada mes en todo el país.

La de abril en Zagreb, la capital, reunió a un centenar de hombres portando rosarios, pancartas con la imagen de la Virgen María y banderas croatas.

"Las mujeres deben velar para no incitar a los hombres al pecado con su comportamiento y su manera de vestir", dijo a una radio a inicios de año el cura Bozidar Nagy, que encabezó el desfile.

Nagy cita a un teólogo croata del siglo XX, quien afirmaba que "el ocultamiento [de los cuerpos] de las mujeres en el islam es algo bueno".

Representantes de este movimiento rehusaron responder a las preguntas de la AFP y se limitaron a afirmar que sus actividades se consagran "exclusivamente a la plegaria".

- Críticas -

Los "viriles" son uno de los tantos grupos masculinistas surgidos en los últimos años en el mundo en rechazo de los derechos LGBTQ, el feminismo y los llamados valores "woke", un término usado despectivamente por sectores conesevadores hacia una supuesta complacencia de la izquierda con las reivindicaciones de las minorías.

Núcleos similares hacen oír dan en otros países del este de Europa, como Polonia y Serbia, su rechazo de valores progresistas.

En Croacia, el número de participantes en esos actos se mantiene estable, sin que su aceptación progrese de manera tangible.

Según una reciente encuesta, un 75% de los croatas no apoyan las oraciones del movimiento "Ser Viriles", frente a un 15% que lo apoya.

Pero "Ser Viriles" ha generado en cambio contraprotestas que lo ven como un brote de intolerancia que busca restringir los derechos de las mujeres.

"No tiene que haber tolerancia con los intolerantes", dijo a la AFP la diputada Katarina Peovic, del Frente de los Trabajadores, un partido de extrema izquierda.

"El problema no está en quienes rezan, sino en sus ideas (...) de limitar o prohibir los derechos de las mujeres", apuntó por su parte Dragana Stojic, una enfermera de 39 años, al referirse a los "genuflexos".

"Me dan escalofrío", agregó.

Otros defienden a estos predicadores que resisten a la igualdad de sexos.

Marica, de 66 años, que no quiso dar su nombre completo, afirma que "rezar no puede ser algo malo".

"Cada uno tiene derecho a expresar su opinión, es la democracia", agrega, calificando a quienes critican al grupo de "feministas con actitudes raras".

Dos hombres de unos 60 años, que se negaron a dar sus nombres, consideran que las manifestaciones para orar son una "reacción al comportamiento agresivo de la gente LGBT".

- "Crisis de la masculinidad" -

Algunos grupos ultraconservadores siguen teniendo cierto apoyo en Croacia, donde el 80% de sus 3,5 millones de habitantes son católicos.

En 2014, lograron organizar un referéndum que prohibió el matrimonio gay.

Pero hace seis años, grupos apoyados por la Iglesia fracasaron en su intento de hacer prohibir el aborto.

Así y todo, la mayoría de los ginecólogos se niegan a practicarlo, lo cual fuerza a muchas mujeres a ir al exterior para interrumpir sus embarazos.

Ivica Mastruko, un sociólogo experto en estudios religiosos, afirma que no hay evidencias de que "los genuflexos" cuenten con el apoyo de la Iglesia Católica o que tengan la habilidad de extender su influencia social.

"Estos temores no están justificados en lo que respecta a la sociedad croata". sostiene. "Tampoco creo que lleguen a tener impacto en las autoridades, es decir, en la legislación", agrega.

"Normalizar ese discurso en el espacio público lleva a la supresión de los derechos humanos", advierte en cambio Zvonimir Dobrovic, del grupo Domino de derechos humanos.

"No solo de los derechos de las mujeres sino de los LGBT, como ya se está viendo en Europa del este", refuerza.

(C.Fournier--LPdF)