El presidente de México dice que la relación con España sigue en "pausa" pese a los acercamientos
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este miércoles que la relación con España sigue en "pausa", pese a la reciente visita al país del canciller español, José Manuel Albares.
"No es ruptura (...), una pausa es buena para todos, para que nos ubiquemos primero nosotros (...) que somos un pueblo independiente, libre y soberano. Y que en España se den cuenta que no pueden cometer abusos", señaló el mandatario izquierdista en su habitual conferencia de prensa.
Las relaciones entre México y España se han tensado tras la llegada al poder, en diciembre de 2018, del líder izquierdista, quien ha denunciado supuestos actos de corrupción de empresas españolas como Repsol e Iberdrola (con inversiones en los sectores petrolero y eléctrico, respectivamente) y además demandó al rey español Felipe VI que ofreciera disculpas por la conquista, una solicitud que fue ignorada por Madrid.
Albares se reunió el pasado 9 de marzo con su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard, durante una visita que fue vista como un intento por limar las asperezas.
El jefe de la diplomacia española declaró entonces que para su país la relación con México es "privilegiada".
Pero López Obrador manifestó este martes que la élite de España ha "abusado" y actuado con "prepotencia", y reiteró que no deben olvidar que México ya no es "tierra de conquista".
"La élite de España no se ha portado bien con México, con nuestro pueblo (...), han abusado, porque empresas y bancos han sacado ganancias exageradas de México", dijo.
Añadió que por ello declaró en febrero una "pausa" en las relaciones, aunque el anuncio no se ha traducido en medidas concretas por parte del gobierno mexicano.
Antes de su visita, Albares se había declarado "sorprendido" y aseguró que España "no ha hecho ninguna acción que pueda justificar una declaración de este tipo".
El sector empresarial mexicano y firmas extranjeras ven con preocupación una propuesta de reforma eléctrica de López Obrador, que privilegia a la estatal Comisión Federal de Electricidad y que, según sus críticos, apuesta por las energías fósiles.
El gobierno y legisladores de Estados Unidos han pedido que, en caso de aprobarse, se respeten los contratos vigentes.
El partido oficialista Morena y sus aliados quieren votar la enmienda este mes, pero su aprobación es una incógnita pues no alcanzan a reunir los dos tercios de los votos en las dos cámaras del Congreso requeridos por la Constitución.
Parlamentarios de oposición condicionan su apoyo a modificaciones al proyecto, pero López Obrador ha dicho que espera que la reforma se apruebe tal y como la envió al Parlamento.
(O.Agard--LPdF)