Un Líbano en crisis aguarda resultados de sus elecciones legislativas
Los libaneses aguardaban el lunes los resultados de las elecciones legislativas que deben mantener el statu quo a favor de una clase política acusada de corrupción e incompetencia, y señalada como responsable de la inédita crisis socioeconómica en el país.
Grupos de oposición esperan conquistar más escaños, algo raro en un país regido por un complejo sistema de reparto de poder entre las comunidades religiosas dominadas por los partidos políticos tradicionales.
El ministerio del Interior libanés anunció una participación de 41% tras el cierre de los centros de votación a las 19H00 (16H00 GMT) del domingo, cuando unos 3,9 millones de electores estaban convocados a votar para renovar a los 128 miembros del Parlamento.
Las elecciones fueron una oportunidad para que muchos expresaran su frustración con la élite gobernante, señalada como responsable de la crisis que vive el país desde 2019.
En casi dos años, la moneda nacional ha perdido más del 90% de su valor en el mercado negro y el desempleo casi se triplicó. Cerca de 80% de la población vive abajo de la línea de pobreza, según la ONU.
"Las elecciones constituyen una forma de desterrar a la clase política, no solo de pedirle cuentas", comentó Chadi, de 38 años, quien perdió su casa en la explosión que devastó el puerto de Beirut en agosto de 2020, la cual mató a más de 200 personas y destruyó barrios enteros de la capital.
Según resultados preliminares filtrados por la noche, los candidatos independientes avanzaron en varias regiones, como el sur de Líbano, bastión del poderoso movimiento chiita Hezbolá.
- "Estamos aquí" -
"Aunque no tengamos muchas posibilidades, hemos votado para demostrarles que no están solos en este país, que estamos aquí contra ellos", declaró Jad Abdel Karim, de 32 años, tras votar en la ciudad sureña de Tiro.
Las elecciones se celebran con base en una ley de 2017 y no contaron con la participación del principal líder sunita, Saad Hariri, quien las boicotea.
En 2018, las legislativas estuvieron dominadas por Hezbolá y sus aliados, en particular el Movimiento Patriótico Libre del presidente Michel Aoun y el movimiento chiita Amal, del presidente legislativo Nabih Berri.
Muchos de los candidatos de los partidos tradicionales y los independientes hicieron campaña con consignas "soberanistas", acusando a Hezbolá de servir a los intereses de Irán y de mantener el control sobre Líbano gracias a su gran arsenal militar.
Se desplegó un gran dispositivo de seguridad durante la votación, aunque se registraron varios incidentes en zonas donde Hezbolá tiene fuerte presencia, donde se vieron implicados partidarios de grupos rivales.
"Yo estoy por el cambio porque conocemos esta clase política", que no ha cambiado desde el fin de la guerra civil hace tres décadas, afirmó a la AFP Nayla tras votar en la capital.
Para esta estudiante de 28 años, Líbano necesita urgentemente "rostros nuevos".
(Y.Rousseau--LPdF)