La policía iraní dispersa con gas lacrimógeno una manifestación por la muerte de una joven
Las fuerzas de seguridad iraníes dispersaron con gas lacrimógeno una manifestación en el noroeste del país y realizaron "varios arrestos" tras la muerte de una joven detenida por la policía de la moral, indicó la agencia de prensa Fars.
Esta unidad de la policía, encargada de hacer que las mujeres respeten el estricto código vestimentario de la República Islámica --sobre todo el uso del velo en público-- ha sido criticada en los últimos meses por haber actuado con violencia.
Mahsa Amini, de 22 años y oriunda de la región del Kurdistán (noroeste), fue detenida el martes en Teherán, donde se encontraba de visita con su familia. Falleció el viernes en el hospital, tras haber pasado tres días en coma.
Su caso ha levantado una ola de indignación en el país. "Alrededor de 500 personas se reunieron en Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, y gritaron consignas en contra de los responsables del país", indicó Fars.
Los manifestantes "rompieron las ventanas de vehículos e incendiaron tachos de basura" y "la policía usó gas lacrimógeno para dispersar a la multitud", añadió la agencia.
"Varias personas fueron detenidas", agregó Fars, sin dar un número exacto.
El sábado otra manifestación fue dispersada con gases lacrimógenos en Saghez, la ciudad natal de la joven.
"Muchos manifestantes piensan que Mahsa murió torturada", indicó el lunes la agencia Fars.
La policía de Teherán afirma que "no hubo ningún contacto físico" entre los agentes y la chica.
La televisión oficial difundió el viernes un video de vigilancia en el que se muestra a una mujer, presentada como Mahsa, desplomándose en la comisaría tras discutir con una agente.
Amjad Amini, el padre de la víctima, dijo el lunes a Fars que "no aceptaba lo que (la policía) le mostró" porque, según él, "cortaron el video".
Criticó además "la lentitud con la que intervinieron" los servicios de emergencia. "Pienso que Mahsa fue llevada tarde al hospital", dijo,
El ministro iraní del Interior, Ahmad Vahidi, dijo el sábado que "aparentemente Mahsa tenía problemas previos" de salud y que "había asido operada del cerebro a los cinco años".
El padre de la víctima desmintió estas afirmaciones y aseguró que su hija estaba "en perfecto estado de salud".
(R.Dupont--LPdF)