Le Pays De France - Archivos revelan dificultades de desarme de los paramilitares en el conflicto norirlandés

Paris -
Archivos revelan dificultades de desarme de los paramilitares en el conflicto norirlandés
Archivos revelan dificultades de desarme de los paramilitares en el conflicto norirlandés / Foto: © Pool/AFP/Archivos

Archivos revelan dificultades de desarme de los paramilitares en el conflicto norirlandés

Archivos de Irlanda recientemente publicados muestran la dificultad de desmantelar los arsenales de grupos paramilitares del Ulster (Irlanda del Norte) en la época del Acuerdo del Viernes Santo en esa provincia británica.

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Ese acuerdo, firmado en 1998, puso fin a tres décadas de enfrentamientos entre unionistas, mayoritariamente protestantes y favorables a permanecer en el Reino Unido, y republicanos, mayoritariamente católicos y partidarios de la unificación con la República de Irlanda.

El conflicto, que dejó 3.500 muertos, tuvo igualmente una participación activa de las fuerzas armadas británicas.

El proceso estuvo a punto de descarrilar varias veces durante los años previos y posteriores a la firma del acuerdo, debido a la espinosa cuestión del desarme de los grupos paramilitares, y en particular del Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Un documento de 1997 de la instancia de desarme del gobierno de Irlanda evalúa los arsenales ocultos de los beligerantes.

Según la Comisión Internacional Independiente de Desclasificación (IICD), los grupos armados poseían 1.100 fusiles, 1.200 pistolas, unas 60 metralletas y 30 fusiles de precisión con cerca de un millón de municiones.

Esa comisión también consideraba fiables las informaciones de que las milicias paramilitares poseían armas sofisticadas, cohetes, granadas y lanzallamas, así como morteros improvisados.

También destaca que los bandos de ese conflicto, durante el cual se cometieron numerosos atentados con bomba contra objetivos militares y civiles, disponían de "considerables" provisiones de artefactos explosivos caseros y probablemente de hasta tres toneladas de explosivos.

El Acuerdo del Viernes Santo determinaba que los partidos políticos tratarían de concluir el desarme antes de mayo del 2000, aunque ese plazo fue pospuesto varias veces.

El asunto llevó al partido Unionistas de Ulster, que era la principal fuerza política probritánica de Irlanda del Norte, a amenazar en varias ocasiones con abandonar las negociaciones y con salir del nuevo gobierno.

- "No insistir demasiado" -

Ronit Hobson, especialista en seguridad en la Universidad Queen de Belfast, explicó a la AFP que en la época del Acuerdo del Viernes Santo, las "expectativas eran muy bajas" respecto al desarme. Era un punto "sobre el cual no había que insistir demasiado".

Un memorándum sobre una reunión entre Gerry Adams, líder del ala política del IRA, el Sinn Féin, y un funcionario irlandés en octubre de 1998 muestra que Dublín estaba presionando al líder del Sinn Féin, quien afirmó que la postura del IRA era que "nunca" se desarmaría.

Mientras las negociaciones seguían en punto muerto, una nota de 1999 sugirió que había que plantearse la opción de que "el desarme efectivo, en el sentido en el que todo el mundo lo entiende, nunca llegará".

El documento, clasificado como "secreto" y sellado después de haber sido "visto por el primer ministro" irlandés, lleva una parte tachada, que esconde un posible desacuerdo.

Según el resumen de una reunión con la IICD en marzo de 1999, los paramilitares de la Asociación en Defensa del Ulster (UDA) eran reacios a desarmarse primero y que el IRA no estaba dispuesto a comprometerse.

- Un desarme imposible al 100% -

Los archivos irlandeses mencionaban también que era "evidente que el desarme al 100%" no se alcanzaría jamás, pero que si se lograba desarmar entre un 60 y 70% del arsenal, "la gente estaría probablemente satisfecha".

La IICD declaró que el IRA quedó totalmente desarmado en 2005, poco después de que el grupo republicano ordenara el fin de la lucha armada.

El desarme de los grupos paramilitares como la Fuerza Voluntaria del Ulster, el Comando Mano Roja y la Asociación en Defensa del Ulster tardó más tiempo.

Según Ronit Hobson, al contrario de otros conflictos, en los cuales el proceso de desarme tuvo una repercusión pública, el del conflicto norirlandés se hizo a puertas cerrada.

La imagen de "armas quemadas no la tuvimos aquí", señala. "Toda la discusión respecto al desarme fue muy simbólica, pero no de la misma manera que lo que vemos en otras sociedades posguerra civil".

(C.Fontaine--LPdF)