Las imágenes de ciudades ucranianas devastadas reavivan recuerdo de Alepo y Grozni
Las imágenes de destrucción y de civiles atrapados en los combates en las ciudades ucranianas de Járkov, Chernígov o Mariúpol --asediadas bajo bombardeos de los rusos-- recuerdan los sangrientos cercos contra Grozni en Chechenia o Alepo en Siria, reducidas a cenizas por ataques de Moscú.
- Alepo -
Alepo --un bastión rebelde durante la guerra en Siria-- sufrió una ofensiva y un asedio tenaz del ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, que logró retomar la ciudad el 22 de diciembre de 2016 después de un cerco impuesto en julio.
Esta ciudad, que llegó a ser la capital económica de Siria, estaba dividida en dos desde 2012 y los barrios de este quedaron en manos de los insurgentes y la mayor parte del oeste se mantuvo bajo las tropas del régimen del presidente Bashar al Asad.
El 22 de septiembre, el gobierno de Siria, aliado con Rusia, lanzó una gran ofensiva que se intensificó en noviembre.
Los barrios rebeldes sufrieron violentos bombardeos con barriles explosivos, obuses y cohetes.
El 22 de diciembre, el régimen de Al Asad anunció que retomó el control de Alepo, después de la salida del último convoy con decenas de miles de residentes e insurgentes que fueron evacuados hacia zonas más al norte que todavía estaban en manos de los rebeldes.
La batalla de Alepo dejó más de 1.800 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una oenegé con sede en el Reino Unido con fuentes en el terreno que calcula que 5.000 personas quedaron heridas.
Una investigación de la ONU señaló en 2017 el rol de las fuerzas aliadas al régimen sirio que actuaron en esta batalla con una "violencia implacable", destacando en especial el papel de Rusia.
- Grozni -
Grozni, la capital de Chechenia, una pequeña república del Cáucaso ruso, donde los rebeldes separatistas lanzaron dos guerras contra Moscú, fue arrasada entre finales de 1999 y comienzos de 2000 por la artillería y los bombardeos aéreos rusos.
La ofensiva contra Chechenia fue una decisión del entonces primer ministro ruso, Vladimir Putin, lo que contribuyó a convertir a este exoficial de los servicios de inteligencia soviéticos KGB en el sucesor sin contienda de Boris Yelsin, tras su sorpresiva dimisión en la noche del 31 de diciembre de 1999.
La razón de la ofensiva dada por el gobierno ruso era de sofocar la insurgencia de los grupos islamistas que habían lanzado dos ataques contra la zona vecina de Daguestán, pero la operación se transformó rápidamente en una guerra para reconquistar la república independentista, con la toma de Grozni como principal objetivo.
El 6 de diciembre, los rusos dieron algunos días a los civiles para abandonar Grozni antes de lanzar un asalto y poner en marcha "corredores" para su evacuación.
A principios de enero de 2000 tomaron el control de la estación de Grozni, que estaba bajo asedio, en medio de una multiplicación de los ataques nocturnos de los combatientes chechenos con lanzagranadas contra los rusos.
El 6 de enero, Putin --que había asumido como presidente interino-- anunció la "liberación" de Grozni tras varias semanas de mortíferos bombardeos y combates encarnizados.
La oenegé estadounidense Human Rights Watch y la organización rusa en defensa de los derechos humanos Memorial estiman en cerca de 10.000 el número de civiles muertos durante el asedio. Los defensores de los derechos humanos denunciaron abusos de las tropas rusas.
(C.Fontaine--LPdF)