Nuevos disparos entre Israel y Hezbolá alimentan temor de que guerra de Gaza se extienda
El ejército israelí intercambió nuevos disparos el jueves por la noche con el movimiento chiíta Hezbolá en su frontera con Líbano y continúo este viernes con sus bombardeos en Gaza, en medio de una escalada de la retórica que hace temer una guerra a gran escala.
El conflicto en la Franja de Gaza, desencadenado por un ataque del 7 de octubre del movimiento islamista Hamás contra territorio israelí, ha provocado también un recrudecimiento de la violencia en la frontera norte de Israel, donde el ejército libra choques casi diarios con Hezbolá.
Ese grupo aliado de Hamás y afincado en territorio libanés reivindicó el jueves varios ataques, entre ellos el lanzamiento de "decenas de cohetes" contra una posición militar israelí tras la muerte de uno de sus combatientes en un bombardeo.
Israel confirmó, por su parte, que "eliminó" a un comandante de Hezbolá y que atacó una base de "lanzamiento de misiles tierra-aire" del grupo.
El jueves por la noche, las fuerzas israelíes lograron interceptar, además, un "objetivo aéreo" lanzado desde Líbano y medios locales reportaron ataques de Israel en el sur del país.
El jefe de Hezbolá, Hasan Nasrallah, había advertido en un discurso el miércoles que "ningún lugar" de Israel estaría a salvo si el gobierno israelí abriese un nuevo frente en su frontera norte.
El jefe del ejército israelí, el general Herzi Halevi, respondió que su país tiene "capacidades infinitamente superiores" a las de Hezbolá.
La ofensiva israelí en Gaza tampoco da tregua. En el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro, dos personas murieron en un bombardeo, indicaron el jueves fuentes médicas.
En Rafah, en el extremo sur de ese estrecho territorio de 2,4 millones de habitantes, tienen lugar enfrentamientos entre soldados israelíes y combatientes palestinos, indicó también una fuente del brazo armado de Hamás.
- Tensiones entre Israel y EEUU -
La guerra se desencadenó el 7 de octubre, cuando milicianos islamistas mataron a 1.194 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 en el sur de Israel, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
El ejército israelí estima que 116 personas permanecen secuestradas en Gaza, 41 de las cuales habrían muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva que ya ha dejado al menos 37.431 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta una oleada de críticas internas y externas por su gestión de la guerra y por no haber logrado la liberación de los rehenes.
Pero el mandatario, al frente de una coalición de fuerzas nacionalistas, ultraconservadoras y ortodoxas judías, afirma que proseguirá la guerra hasta "aniquilar" a Hamás, considerado como organización "terrorista" por Israel, la Unión Europea y Estados Unidos.
Sin embargo, la relación entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y Netanyahu es complicada.
En Washington, el consejero israelí de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, se reunieron el jueves en la tarde con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, para discutir sobre el tema.
Durante la reunión, Blinken "reiteró el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con la seguridad de Israel", según su portavoz Matthew Miller.
Blinken subrayó, sin embargo, "la importancia de evitar una nueva escalada en Líbano" mediante una "solución diplomática que permita a las familias israelíes y libanesas", desplazadas por el intercambio de disparos en la frontera, "regresar a sus hogares", añadió Miller.
- "Ningún lugar al resguardo" -
El ejército israelí anunció el martes que tenía lista una "ofensiva" contra Hezbolá tras semanas de intensificación de los disparos desde ambos lados de la frontera.
El canciller israelí, Israel Katz, amenazó con destruir a Hezbolá en una "guerra total".
Nasrallah amenazó también a Chipre, al afirmar que este país del Mediterráneo oriental, miembro de la Unión Europea, sería considerado como "parte de la guerra" si autorizase a Israel a usar sus aeropuertos y bases para atacar Líbano.
"Chipre no está implicada de ninguna forma en esta guerra", aseguró el presidente chipriota, Nikos Christodoulides, en un comunicado.
Más de ocho meses de enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí dejaron al menos 479 muertos en Líbano, la mayoría combatientes de Hezbolá, según un recuento de AFP que incluye a 93 civiles.
En el lado israelí murieron al menos 15 soldados y 11 civiles, según Israel.
La guerra en Gaza avivó también la violencia en Cisjordania ocupada.
El Ministerio de Salud palestino aseguró el jueves que las fuerzas israelíes mataron a un adolescente palestino en la ciudad de Qalqilya. El ejército israelí señaló que sus tropas dispararon contra alborotadores.
(A.Monet--LPdF)