Hezbolá bombardea el norte de Israel, en respuesta a ataques contra Líbano
El Hezbolá libanés anunció el jueves que bombardeó una base militar en el norte de Israel en respuesta a ataques que mataron a cuatro de sus combatientes, en momentos de crecientes temores de una escalada bélica regional.
Ese movimiento islamista proiraní indicó en un comunicado que lanzó "decenas de cohetes Katiusha" contra "la principal base de defensa aérea y antimisiles" del norte de Israel.
Cuatro de sus combatientes murieron, precisó en otro boletín y reivindicó otros dos ataques contra tropas y posiciones israelíes, incluido uno con drones.
El grupo había señalado que procedió a esa andanada de disparos en respuesta a dos bombardeos israelíes, uno de ellos este jueves en Sohmor, en el este de Líbano, y otro la víspera en Nabatiyé, en el sur, que causó "más de 20" heridos.
Hezbolá precisó que en el ataque de Sohmor murió uno de sus combatientes. Según la Agencia nacional de Información libanesa(AIN), un dron disparó en esa localidad contra un motociclista.
El ejército israelí identificó "unos 35 disparos provenientes de Líbano", declaró en un comunicado. La defensa antiaérea "logró interceptar la mayoría de los disparos. No hubo heridos", añadió.
Un miembro de Hezbolá fue "eliminado en un ataque aéreo en la región de Sohmor", afirmó el ejército y añadió que uno de sus aviones de combate atacaron "estructuras militares" en el sur de Líbano.
El movimiento chiita, aliado de Hamás, en el poder en Gaza, también anunció que había llevado a cabo el jueves otros dos ataques contra posiciones militares israelíes, incluido uno con drones, en tanto que ANI dio parte de ataques israelíes en el sur del Líbano.
El ejército israelí señaló que dos drones procedentes del Líbano habían caído en el norte de Israel, sin reportar víctimas.
La frontera entre los dos países registra duelos casi diarios de artillería desde el inicio el 7 de octubre de la guerra de Gaza entre Israel y Hamás.
El temor de una conflagración regional se acrecentó en los últimos días.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró el miércoles en Washington que su país no quiere una guerra en Líbano, pero que puede devolver a ese país a la "Edad de Piedra" si fracasa la diplomacia.
Francia se dijo el jueves "sumamente preocupada por la gravedad de la situación en Líbano" y llamó a todas las partes a ejercer "la mayor moderación".
Más de ocho meses de enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí han dejado al menos 482 muertos en el Líbano, la mayoría combatientes del movimiento islamista, pero también 94 civiles, según un recuento de la AFP.
Del lado israelí, al menos 15 soldados y 11 civiles murieron, según Israel.
(C.Fournier--LPdF)