Francia entra en la recta final de las legislativas con una extrema derecha fuerte
Los partidos políticos luchan este viernes por atraer a los electores en el último día de campaña de cara a la primera vuelta de unas inciertas elecciones legislativas en Francia, donde la extrema derecha, líder en los sondeos, se acerca al poder.
"Quiero evitar que los extremos, especialmente la extrema derecha, puedan ganar estas elecciones", aseguró este viernes el primer ministro de centroderecha Gabriel Attal, urgiendo a los franceses a votar por la alianza del presidente Emmanuel Macron.
El principal rival es el joven líder ultraderechista Jordan Bardella, de 28 años, a quien el partido Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen postula como candidato a primer ministro, si logran la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional (cámara baja).
De cara a la primera vuelta prevista el 30 de junio, un amplio sondeo de Ipsos, publicado el jueves, proyecta una victoria de RN y sus aliados con un 36% de votos, seguida de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP, 29%) y del oficialismo (19,5%).
El resultado tras la segunda vuelta del 7 de julio se anuncia sin embargo incierto por el propio sistema electoral: los 577 diputados se eligen en sendas circunscripciones uninominales, con un sistema mayoritario a dos vueltas.
"No podemos descartar, ni mucho menos, una mayoría absoluta" para RN en la noche del 7 de julio, declaró a la AFP Brice Teinturier, vicepresidente del instituto de sondeos Ipsos, llamando no obstante a la prudencia respecto a las proyecciones de escaños.
La llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la Unión Europea (UE) gobernado por esta tendencia, como Italia.
Macron, cuyo mandato termina en 2027, provocó el adelanto electoral el 9 de junio a raíz de la victoria de Bardella en los comicios europeos en Francia y ahora se arriesga a compartir el poder con un gobierno de otro color político, a menos de un mes del inicio de los Juegos Olímpicos de París.
- Aritmética electoral -
Los rivales de RN han intentado en la recta final alertar del riesgo de una llegada al poder de la extrema derecha, que se ha esforzado en la última década en moderar la imagen heredara de su fundador Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas.
Attal los acusó de apoyar a un "centenar de candidatos" con declaraciones "racistas, antisemitas y homófobas", y criticó, al igual que la izquierda, la propuesta de limitar el acceso a los puestos estratégicos de franceses con doble nacionalidad.
Otra de las polémicas fueron las declaraciones de Marine Le Pen, que sugirió que, si llegan al poder, Macron tendría complicado por ejemplo enviar tropas para apoyar a Ucrania en su guerra con Rusia, pese a ser el jefe de las Fuerzas Armadas.
"El primer ministro tiene, a través del control del presupuesto, un medio para oponerse", advirtió Le Pen, quien busca convertirse en presidenta de Francia en 2027 y cuyos detractores la consideran como cercana al dirigente ruso Vladimir Putin.
Macron se ha convertido en uno de los apoyos europeos más firmes de Ucrania, por lo que una victoria de RN podría debilitar su posición, pese a que Bardella aseguró el jueves que su objetivo era apoyar a Ucrania, pero evitar una escalada con Moscú.
Los primeros indicios sobre si la extrema derecha acaricia o no el poder emergerán en la noche del domingo, cuando empiecen a conocerse si hay diputados electos desde la primera vuelta y la configuración de los duelos en la segunda: con dos o más candidatos.
Socialistas, comunistas y ecologistas, aliados del partido radical La Francia Insumisa (LFI) en la coalición de izquierdas NFP, ya advirtieron que retirarán sus candidatos, si acceden en tercera posición al balotaje para dar más opciones al candidato oficialista frente a uno ultraderechista.
Bajo presión para adoptar una política similar hacia las fuerzas de izquierda, Macron, cuya popularidad cayó por el adelanto electoral, dejó entrever que su consigna de voto será no votar por los "extremos" que representan, en su opinión, RN y LFI.
(C.Fournier--LPdF)