David Lammy, un descendiente de esclavos al frente de la diplomacia británica
El flamante ministro británico de Relaciones Exteriores del gobierno laborista, David Lammy, es un abogado descendiente de esclavos que cuenta entre sus amigos al expresidente estadounidense Barack Obama y preconiza un "realismo progresista" en materia diplomática.
Lammy, de 51 años, fue nombrado al frente del Foreign Office por el primer ministro Keir Starmer, en reemplazo de David Cameron, tras la arrolladora victoria laborista del domingo, que puso fin a 14 años de gobiernos conservadores.
En un discurso reciente, cuando ya se perfilaba como futuro ministro, este político nacido en Londres, conocido por su franqueza, dejó claro que la historia de sus antepasados, esclavos en Guyana, influiría en su forma de afrontar su mandato.
"Me tomaré muy en serio la responsabilidad de ser el primer ministro de Relaciones Exteriores descendiente de la trata de esclavos", afirmó.
En sus primeras declaraciones como jefe de la diplomacia, urgió a "un cese el fuego inmediato" en la guerra entre Israel y el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza y a la liberación de los rehenes en manos del movimiento islamista palestino.
Responsable de las cuestiones internacionales en el Partido Laborista desde hace dos años, Lammy ha realizado más de 40 visitas al extranjero durante las cuales afinó una visión de la diplomacia a partir de un modelo que califica de "realismo progresista".
"Tomar el mundo tal como es, no como nos gustaría que fuera", pero "creer que podemos devolverle al Reino Unido su futuro mientras logramos cosas para el mundo", resume como dogma David Lammy.
Esa visión combina el enfoque pragmático del ministro de Relaciones Exteriores más famoso del Partido Laborista, Ernest Bevin, con el idealismo ético de Robin Cook, que también fue canciller.
El primero participó en la creación de la OTAN tras la Segunda Guerra Mundial y el segundo supervisó en los años 90 las intervenciones exitosas en Kosovo y Sierra Leona, antes de abandonar el gobierno de Tony Blair debido a la invasión de Irak en 2003.
- Abandonado por su padre -
Según el político laborista, la diplomacia británica "necesita redescubrir el arte de una gran estrategia" tras la amarga salida del país de la Unión Europea (UE) en 2020.
Lammy aboga por una cooperación más estrecha con los 27, un apoyo continuo a Ucrania y la creación de un Estado palestino una vez que las condiciones para la paz lo permitan.
Nacido en Londres en 1972, después de que sus padres emigraran al Reino Unido, la vida de David Lammy está marcada por la partida de su progenitor, que dejó a su madre sola con cinco hijos.
"Nunca lo volví a ver. Siempre sentí este vacío en mi vida, y no soy el único", escribió en The Guardian en 2013, en una serie de artículos sobre la importancia del lugar de los padres en la vida de los hijos.
Lammy creció en Tottenham, al norte de Londres.
- El diputado más joven -
A finales de la década de 1990, se convirtió en el primer británico negro en estudiar en la Facultad de Derecho de Harvard, antes de hacerse amigo de Barack Obama en un evento de exalumnos negros.
Su esposa, la artista Nicola Green, pintó la campaña de Obama de 2018 en una serie de retratos.
Elegido en 2000, a la edad de 27 años, David Lammy fue el diputado más joven en ocupar un escaño en la Cámara de los Comunes, antes de llegar rápidamente a puestos ministeriales en los gobiernos de Tony Blair y de Gordon Brown.
En 2013, presentó sus disculpas a la BBC después de acusarla de "insinuaciones raciales idiotas" en la designación del papa, cuando la cadena hablaba de humo blanco o negro en el anuncio de la elección del sumo pontífice católico.
Atlantista convencido y apegado a la "relación especial" entre Londres y Washington, cuando los laboristas hacían su transición de partido de oposición a gobierno en ciernes, Lammy aseguró que trabajaría con Donald Trump si éste ganase las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre.
Antes de eso, había llegado a llamar a Trump "sociópata con simpatías neonazis", añadiendo que el estadounidense "odia a las mujeres", aunque recientemente afirmó que sus comentarios habían sido "mal entendidos".
"Quienquiera esté en la Casa Blanca o en Downing Street, debemos trabajar juntos", afirmó, subrayando que la relación entre los dos países es importante "no sólo por nuestra seguridad nacional, sino también por la seguridad de gran parte del mundo".
- Sin cambios previsibles en Malvinas -
Lammy defiende el derecho a la autodeterminación de los habitantes de las Islas Malvinas, territorio del Atlántico Sur (llamadas Falkland por los británicos), cuya soberanía es reclamada por Argentina, como escribió en la red social X el 2 de abril de 2022.
"Se cumplen 40 años del inicio de la guerra de las Falkland. Recordamos a todos aquellos que sirvieron y a quienes hicieron el máximo sacrificio en pos de la libertad. Seguimos firmes en nuestro compromiso con sus habitantes y su derecho a la autodeterminación", escribió, en referencia al conflicto bélico que enfrentó a los dos países en 1982.
(L.Garnier--LPdF)