Le Pays De France - Jordan Bardella, la apuesta ultraderechista para gobernar Francia

Paris -
Jordan Bardella, la apuesta ultraderechista para gobernar Francia
Jordan Bardella, la apuesta ultraderechista para gobernar Francia / Foto: © AFP

Jordan Bardella, la apuesta ultraderechista para gobernar Francia

Jordan Bardella, que la extrema derecha postula como primer ministro de Francia, es un joven de 28 años seguro de sí mismo y popular en las redes sociales, que se erigió en su nueva imagen pese a no apellidarse Le Pen.

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"Por encima de todo, los escucharé, los respetaré. Les consagraré cada minuto, cada segundo" como primer ministro, dijo Bardella, en su último video de campaña publicado en las redes sociales, mientras mira a la cámara.

Pero para sus detractores, su imagen de "yerno ideal", siempre vestido y peinado de forma impoluta, busca esconder un político carente de sustancia, así como las raíces antisemitas y racistas de su formación.

Marine Le Pen, líder de facto de la Agrupación Nacional (RN) que Bardella preside, confirmó a mediados de junio que su protegido sería jefe de gobierno si obtienen una mayoría absoluta en las elecciones legislativas.

"Lo considera como un hijo espiritual", asegura un diputado próximo a ambos. La ultraderechista lo ve además como su "pareja ejecutiva" si logra convertirse en presidenta de Francia en 2027.

La hija de Jean-Marie Le Pen, el controvertido fundador del Frente Nacional (rebautizado RN), ya encargó a Bardella liderar su partido en las elecciones europeas de 2019 y 2024, que ganó en ambas ocasiones.

- "Capitán, mi capitán" -

Ante el público, presenta una biografía diferente al clan Le Pen, que parece convencer. "Hay una renovación y me parece muy bien", aseguró Agnès, una electora suya, que "nunca" votó por los Le Pen, durante un mitin en abril.

Nacido en 1995 en el seno de una familia de origen italiano, el eurodiputado siempre destaca que creció en una torre de viviendas sociales de un suburbio de París, marcado por el "narcotráfico" y niñas "con velo" islámico.

Pero Bardella, criado por su madre, suele evitar hablar de su padre, un próspero empresario que le regala un auto y le alquila un piso, y con quien pasa fines de semana en su vivienda en zonas más acomodadas.

A esto suma su estrategia en redes sociales para atraer a jóvenes. En TikTok es una de las personalidades preferidas, con casi 2 millones de abonados, y suele darse baños de selfies tras cada mitin o en cada desplazamiento.

Y sus seguidores no dudan en publicar vídeos de él, dibujando incluso corazones. "Capitán, mi capitán, necesitamos que nos guíes", reza la banda sonora de uno de los vídeos publicado durante la campaña de las europeas.

A nivel ideológico, ofrece un rostro más liberal en la economía que Le Pen y más conservador en lo social, pero sin abandonar su línea contra la inmigración, la inseguridad y la ecología "punitiva".

- Duelo de juventud -

Si logra las llaves de Matignon, residencia del primer ministro de Francia, se convertiría en el más joven, por delante incluso de su actual inquilino, Gabriel Attal, de 35 años y con quien instauró un duelo político.

Los rivales de Bardella, quien cursó estudios universitarios de Geografía que no terminó para consagrarse a su carrera política, lo acusan de no conocer a fondo las cuestiones políticas y de no tener posiciones claras.

"Yo no soy como usted, cambiando de opinión sobre todo (...), diciendo 'queremos salir de Europa' y luego 'al final queremos quedarnos'; 'queremos salir del euro', 'al final queremos quedarnos'", le dijo Attal en mayo.

El ascenso del líder ultraderechista, del que se conoce poco de su vida privada más allá de haber sido pareja de una sobrina de Marine Le Pen, no ha estado exento de polémica.

Un reportaje de la televisión pública francesa denunció en enero que usó de 2015 a 2017 una cuenta anónima de Twitter (rebautizado X) "RepNat du Gaito" para compartir mensajes racistas, algo que el interesado niega.

Y en noviembre, Bardella, que se unió al Frente Nacional en 2012, consideró que su fundador Jean-Marie Le Pen no era "antisemita", pese a sus condenas judiciales, antes de dar marcha atrás ante la polémica generada.

burs-tjc/meb

(F.Moulin--LPdF)