Le Pays De France - Keir Starmer, recibido con "optimismo" en su visita a Irlanda del Norte

Paris -
Keir Starmer, recibido con "optimismo" en su visita a Irlanda del Norte
Keir Starmer, recibido con "optimismo" en su visita a Irlanda del Norte / Foto: © AFP

Keir Starmer, recibido con "optimismo" en su visita a Irlanda del Norte

El nuevo primer ministro británico, el laborista Keir Starmer, viajó este lunes a Irlanda del Norte, donde fue recibido calurosamente y con "optimismo" por republicanos y unionistas, en una región donde las expectativas son altas tras las tensiones generadas por el Brexit.

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En el marco de su primer desplazamiento como primer ministro británico, Starmer se reunió en Stormont, el palacio que alberga las instituciones norirlandesas, con la ministra principal del territorio, Michelle O'Neill (Sinn Fein, republicano), la viceministra Emma Little-Pengelly (Democratic Unionist Party, DUP, unionista) y también con responsables de estos partidos.

Ambos bandos, que gobiernan juntos según el tratado de paz de 1998, el Acuerdo de Viernes Santo, firmado en la etapa del también laborista Tony Blair, que puso fin a tres décadas de conflicto sangriento, esperan que el nuevo primer ministro traiga mayor estabilidad y compromiso con el territorio y facilite las relaciones con Dublín.

"Compartimos con el primer ministro nuestra alegría de que el partido del Acuerdo del Viernes Santo, los laboristas, vuelvan al gobierno", dijo la líder del Sinn Fein, Mary Lou McDonald.

La responsable republicana añadió que "queremos que este gobierno británico se comprometa al cumplimiento de ese acuerdo. Podemos expresar optimismo de que podemos trabajar estrechamente para cumplir el acuerdo", añadió.

- "Reinicio de relaciones" -

Starmer señaló que su viaje, en su tercer día en el ejecutivo "es una clara declaración de intenciones sobre la importancia de Irlanda del Norte para mi gobierno, para un reinicio de relaciones y avanzar de manera colaborativa".

"He sido muy claro en que mi gobierno tiene un mandato para el cambio, para la estabilidad en Irlanda del Norte y una forma diferente de hacer política", añadió Starmer.

Tras las elecciones británicas del jueves, el Sinn Fein conservó sus siete diputados, convirtiéndose en el partido norirlandés con mayor representación en el Parlamento, superando a su rival unionista, el DUP, que perdió tres escaños de los ocho que tenía, incluidos dos ante otros partidos de su misma ideología.

Los expertos dicen que el resultado fortalecerá al Sinn Fein para exigir un referéndum sobre la unidad irlandesa.

El partido, antiguo brazo político de la organización paramilitar Ejército Republicano Irlandés (IRA), ya es la fuerza con mayor representación en la asamblea norirlandesa.

Pero para James Pow, profesor de la Queen's University de Belfast, "lo fundamental no cambió", con un reparto de votos aproximadamente equitativo entre unionistas, apegados a la permanencia de Irlanda del Norte dentro del Reino Unido, y nacionalistas irlandeses.

Starmer "no se sentirá obligado a incluir en la agenda un referéndum", añade Pow.

Históricamente, los unionistas son aliados del Partido Conservador, pero pocos lamentaron la derrota de los tories tras catorce años en el poder.

- "Conversación productiva" -

El líder del DUP, Gavin Robinson, habló de una "conversación productiva" con Starmer, e insistió en la necesidad de que Londres "se ocupe" de las relaciones con Irlanda del Norte.

Entre los unionistas, existe "la esperanza de que Starmer pueda promover un mayor alineamiento con la Unión Europea (en materia comercial), lo que reduciría el impacto" del Brexit en el desajuste entre la región y el resto de Gran Bretaña, explica James Pow.

Los unionistas siguen percibiendo que las reglas comerciales posteriores al Brexit, aceptadas por el DUP tras meses de bloqueo institucional, construyen una frontera con el resto del Reino Unido.

Una de las pocas promesas concretas relacionadas con Irlanda del Norte en el programa laborista es la derogación de la controvertida "Legacy Act" (Ley de legado), que llevó a Dublín a recurrirla ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La ley, una especie de amnistía sobre los delitos de sangre no resueltos cometidos en Irlanda del Norte, que entró en vigor en mayo, detuvo las investigaciones sobre crímenes de la era de los disturbios, incluidos muchos en los que supuestamente participaron fuerzas de seguridad británicas, y otorgó inmunidad a los perpetradores.

(N.Lambert--LPdF)