Luiza Trajano, la popular multimillonaria que cortejan los partidos políticos en Brasil
La empresaria brasileña Luiza Helena Trajano integra varias listas selectas, incluyendo la de personalidades más influyentes del mundo y la de los más ricos del país, pero declina entrar en la de candidatos a la presidencia de este año, pese a las invitaciones.
"Soy apartidaria, pero política", se define esta mujer de 73 años, cuya trayectoria de emprendedora con firme compromiso social al frente del gigante minorista "Magazine Luiza" la convirtió en una líder popular.
"Fui invitada por distintos partidos, incluso para ser candidata a presidenta" en los comicios de octubre, cuenta Trajano sin desvelar cuáles, durante una entrevista con la AFP en la sede de la compañía en Sao Paulo.
Pero la misión de esta mujer de pequeña estatura y sobria elegancia es otra: "Quiero unir a Brasil", polarizado entre la derecha radical y la izquierda, asegura.
Criticada por el presidente Jair Bolsonaro y elogiada por el líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, la empresaria evita tomar un lado y se preocupa por promover políticas de igualdad social al frente del movimiento suprapartidario Mulheres do Brasil.
- Detrás del mostrador -
Para esta hija única de una familia sencilla, todo empezó durante unas vacaciones a los 12 años, ayudando en la tienda de artículos para el hogar que su tía, también llamada Luiza, había inaugurado en 1957 en la localidad de Franca, en el interior de Sao Paulo.
"Soy de una familia de mujeres emprendedoras que creía en la fuerza de la mujer, en tiempos en que estas no trabajaban fuera de casa", dice esta referente de una lucha de género "promujeres y no contra los hombres".
Trajano fue la heredera natural de aquel pequeño negocio bautizado en honor a su tía. Y bajó su dirección, que asumió en 1991, este se convirtió en una de las mayores cadenas minoristas del país, pionera en iniciativas como el "e-commerce".
"Rompí muchas creencias limitantes, adoro hacerlo", dice en un tono siempre apacible esta abogada que nunca ejerció como tal, madre de tres y abuela de cinco.
Su grupo empresarial cuenta hoy en día con 1.481 sucursales en el país y con plataformas digitales capaces de competir con gigantes internacionales.
Desde 2016, es además una rara excepción como presidenta de la junta directiva de una empresa cuya dirección dejó en manos de su hijo Federico.
- Sin etiquetas -
Su peso en la escena pública brasileña originó hace unos meses falsos rumores sobre su candidatura como vice de Lula en los comicios.
El exmandatario la halagó en la revista TIME cuando figuró como la única brasileña entre las 100 personas más destacadas del mundo en 2021. La diferenció de otros "multimillonarios que queman fortunas en aventuras espaciales y yates", destacando su "desafío de construir un Brasil mejor".
Bolsonaro, en cambio, la tachó de "empresaria socialista".
Pero Trajano, que "nunca" fue convocada por el Partido de los Trabajadores de Lula, se sacude las etiquetas.
Rechaza el capitalismo por "salvaje", pese a ser la quinta mujer más rica de Brasil, aun después de que su fortuna se redujera en el último año a 1.400 millones de dólares, según Forbes, por la caída de acciones de la empresa.
Y se aleja del socialismo posicionándose "a favor de algunas privatizaciones".
- Sin planes de jubilación -
Su mayor desafío ahora es "llevar a Brasil adonde merece y acabar con las divisiones".
Así lo hizo durante la pandemia, como motor de una campaña "Unidos pela vacina" que movilizó el apoyo empresarial al sistema público de salud.
"Podré decirles a mis nietos que en una pandemia no me quedé de brazos cruzados", dice.
Convencida de que "los cambios siempre empiezan con una sociedad civil organizada", prepara su próxima lucha: incrementar la participación femenina en la política.
"La mujer es tenida en cuenta, pero nuestra lucha no terminó sino que cambió de ciclo", afirma.
"Queremos 50% de mujeres en bancas políticas en esta elección", reclama.
Un proyecto aprobado en el Senado prevé una cuota femenina progresiva en los poderes legislativos, desde 18% en la próxima elección hasta 30% en 2040.
En otro de sus frentes, lucha por la diversidad. Su empresa implementó un programa de formación exclusivo para personas negras, tan aplaudido como criticado por algunos como "racismo reverso".
Con la agenda repleta, la jubilación le queda lejos.
"Cambio de ciclo, pero nunca me retiro", dice la empresaria antes de partir para otro compromiso.
(P.Toussaint--LPdF)