Toque de queda en Sri Lanka tras violencia y renuncia del primer ministro
Las autoridades de Sri Lanka desplegaron miles de soldados y policías el martes para aplicar un toque de queda a nivel nacional después de la muerte de cinco personas en nuevas protestas por la grave crisis económica del país.
La violencia, que también terminó con casi 200 heridos, llevó a la dimisión del primer ministro Mahinda Rajapaksa, pero eso no sirvió para contener la indignación de los manifestantes, que trataron de irrumpir por la fuerza a su residencia oficial.
Tropas fuertemente armadas tuvieron que acudir al rescate porque los manifestantes habían franqueado el acceso principal de su residencia en Colombo y trataban de entrar al edificio donde Rajapaksa, el hermano mayor del presidente, y su familia se había refugiado.
"Tras una operación de madrugada, el ex primer ministro y su familia fueron evacuados a un lugar seguro por el ejército", dijo un alto responsable de seguridad a AFP. "Al menos 10 cócteles molotov fueron lanzados al complejo", añadió.
El poder del clan Rajapaksa se tambalea después de meses de apagones y escasez de productos en esta isla de 22 millones de habitantes al sur de India, que se enfrenta a su peor crisis económica desde la independencia en 1948.
A pesar de los múltiples llamados de dimisión, el presidente Gotabaya Rajapaksa se mantiene en el cargo y controla las fuerzas de seguridad. El viernes, decretó un estado de emergencia para reforzar sus poderes.
Tras semanas de protestas antigubernamentales mayoritariamente pacíficas, la violencia tomó las calles de Colombo el lunes cuando seguidores de Mahinda Rajapaksa (también presidente entre 2005-2015) atacaron a los manifestantes opositores con palos y garrotes.
"Nos pegaron, pegaron a los medios, pegaron a mujeres y niños", dijo un testigo a AFP pidiendo no ser identificado.
La policía disparó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a las masas y declaró un toque de queda inmediato en la capital que después se amplió a todo el país.
Las autoridades indicaron que se mantendrá hasta el miércoles por la mañana, momento hasta el que oficinas públicas y privadas, tiendas y escuelas estarán cerradas.
- Casas y vehículos calcinados -
Aun así, los manifestantes desafiaron el toque de queda para tomar venganza contra los militantes progubernamentales. Decenas de casas de fieles a los Rajapaksa fueron quemadas, así como coches, autobuses o camiones en Colombo y sus alrededores.
En la residencia del primer ministro, la policía tuvo que lanzar bombas lacrimógenas y realizó disparos de advertencia hacia el cielo para contener a la muchedumbre que intentaba acceder al recinto.
Mahinda Rajapaksa dijo que dimitía para allanar el camino hacia un gobierno de unidad. Pero no estaba claro si la oposición se unirá a un nuevo ejecutivo puesto que en el pasado se negó a aliarse con cualquier miembro del clan familiar.
Con el sistema político de Sri Lanka, incluso en un gobierno de unidad, el presidente conserva el poder de nombrar y despedir ministros y jueces y disfruta de inmunidad judicial.
Desde hace meses, este pequeño país insular del sur de Asia sufre de grave escasez de productos alimentarios, combustible y medicamentos.
El colapso económico comenzó a sentirse luego de que la pandemia del coronavirus cortara los ingresos por turismo y remesas y llevó al gobierno a prohibir numerosas importaciones para evitar la fuga de divisas extranjeras.
La enorme deuda externa, estimada en 51.000 millones de dólares, llevó al gobierno a decretar el 12 de abril una moratoria de pagos.
(Y.Rousseau--LPdF)