Boris Johnson busca salvar los muebles con el "discurso del trono" en ausencia de Isabel II
Sumido en los escándalos y un revés electoral en las elecciones locales, el primer ministro británico Boris Johnson busca el martes mostrar su determinación legislativa en un "discurso del trono" en ausencia de la reina Isabel II, remplazada por el príncipe Carlos debido a sus problemas de salud.
La reina, de 96 años, suele inaugurar cada nueva sesión parlamentaria leyendo el programa legislativo redactado por el gobierno para el próximo año.
Sin embargo, debido a sus "problemas episódicos de movilidad y, tras consultar con sus médicos, ha decidido a regañadientes no asistir al discurso del trono" este año, explicó la casa real británica el lunes por la noche.
Será remplazada por el príncipe Carlos, heredero al trono de 73 años, que reemplaza cada vez más a su madre cuyos crecientes problemas de movilidad ha llevado a restringir considerablemente sus actos oficiales.
La salud de la monarca es motivo de preocupación desde que los médicos le ordenaron guardar reposo en octubre y estuvo una noche hospitalizada para someterse a unas "pruebas" cuya naturaleza nunca se especificó.
Desde entonces ha cancelado su participación en eventos destacados y se la ha visto con bastón y dificultades para desplazarse en sus escasas apariciones públicas.
Durante sus 70 años de reinado, la monarca solo ha faltado a esta cita casi anual en dos ocasiones: en 1959 y 1963 cuando estaba embarazada de los príncipes Andrés y Eduardo respectivamente.
Este discurso es uno de los momentos fuertes de la agenda parlamentaria británica y especialmente este año en que Johnson ve desde hace meses amenazada su permanencia en el poder, debido a la indignación causada en la filas conservadoras por el denominado "partygate", el escándalo de las fiestas ilegales organizadas en Downing Street durante los confinamientos contra el covid-19 de 2020 y 2021.
La ceremonia, que reúne a Comunes y Lores --las cámaras baja y alta del Parlamento británico-- y transcurre con gran pompa y boato, debe comenzar a las 10h30 GMT.
- Reconquistar al electorado -
El controvertido líder conservador fue multado por participar en una de las fiestas, pero la investigación policial sigue abierta y podría ser multado de nuevo.
Además, Johnson será objeto de una futura investigación parlamentaria para determinar si mintió a los diputados cuando en diciembre aseguró que no se habían infringido las normas en los locales donde vive y trabaja.
Un grupo de conservadores rebeldes contemplaba a principios de año hacerlo caer mediante una moción de censura interna para cambiar de líder y por lo tanto de primer ministro.
Pero tras el estallido de la guerra en Ucrania a finales de febrero, y el activo papel de Johnson en la respuesta occidental, la rebelión se enfrío.
Sin embargo, podría reavivarse debido al duro revés electoral sufrido la semana pasada por los conservadores, que perdieron una docena de concejos municipales y casi 500 concejales en las elecciones locales, incluidos importantes bastiones londinenses como Westminster.
Los electores expresaron su preocupación por la disparada de los precios, con una inflación que debe superar el 10% en el Reino Unido a finales de año, y la consecuente crisis del costo de la vida que acarrea.
Más de 7 millones de adultos y 2,6 millones de niños, en un país de 66 millones de habitantes, vivían en abril en un hogar en que no se come suficiente (casi 14% del total), según un estudio publicado el lunes por la Food Foundation, un aumento del 57% desde enero.
En este contexto, Johnson buscará demostrar que se preocupa por el desplome del poder adquisitivo, agravado por la guerra de Ucrania y la disparada de los precios de la energía.
Todo en un intento de reconquistar a los británicos decepcionados para los dos años que faltan hasta las próximas elecciones legislativas, en que espera ser reelegido.
Entre los 38 proyectos de ley en su programa figuran ayudas para los escolares más desfavorecidos y medidas para limitar las manifestaciones de grupos de resistencia civil como los ecologistas de Extinction Rebellion.
También modificaciones de "las antiguas reglas de la Unión Europea" en materias como la inmigración o la justicia, "que no funcionan para el Reino Unido" tras el Brexit, efectivo desde principios de 2021.
(L.Chastain--LPdF)