El primer ministro británico ya no aceptará donaciones para comprarse ropa
El primer ministro británico, Keir Starmer, criticado en los últimos días por haber recibido obsequios por más de 100.000 libras esterlinas (USD 133.000) desde 2019, ya no aceptará donaciones para comprar ropa, anunció el viernes Downing Street.
La mayoría de estas donaciones, que son legales y declaradas en el registro del Parlamento, se realizaron cuando Starmer era el jefe de la oposición laborista, aunque siguió disfrutándolas desde su llegada a Downing Street en julio.
Según una investigación de Sky News, Starmer recibió 107.145 libras en donaciones desde diciembre de 2019, mucho más que cualquier otro miembro del Parlamento. En segunda posición figura otra laborista, Lucy Powell, con 40.289 libras en regalos.
Muchos presentes consistieron en entradas para eventos deportivos o artísticos.
Fan del club londinense Arsenal, recibió invitaciones para partidos de fútbol por más de 40.000 libras. Las entradas para el concierto de Taylor Swift al que acudió con su esposa en junio valían unas 4.000 libras.
El principal donante es Waheed Alli, un multimillonario miembro de la Cámara de los Lores. El total de sus regalos asciende a 39.122 libras esterlinas, en alojamientos, "ropa de trabajo" (por 16.200 libras) y varios pares de gafas.
Su esposa, Victoria Starmer, recibió ropa de diseñadores de moda valorada en más de 5.000 libras. Este regalo de Waheed Allo no fue declarado en el registro por el ahora primer ministro.
Tras varios días de polémica, Downing Street, residencia oficial el jefe de gobierno, indicó el viernes que Keir Starmer, así como la número dos del gobierno, Angela Rayner, y la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, ya no aceptarían donaciones para pagar sus vestimentas.
La diputada conservadora Kemi Badenoch, que se postula para ser jefa de los conservadores, criticó en el Sun la "hipocresía" de Keir Starmer.
Cuando estaba en la oposición, el dirigente laborista criticó al jefe de gobierno conservador, el adinerado Rishi Sunak, estar "desconectado" de la gente corriente.
Estas revelaciones coinciden con los llamamientos del gobierno para que la población se prepare a hacer algunos esfuerzos de cara a las futuras restricciones presupuestarias. Una de las medidas más controvertidas es la planeada supresión de un cheque energético para diez millones de jubilados.
(H.Leroy--LPdF)