La aviación israelí vuelve a bombardear Líbano, "al borde del abismo" según la ONU
Israel volvió a bombardear el martes posiciones de Hezbolá en Líbano tras las incursiones que la víspera mataron a cientos de personas y provocaron el éxodo de miles, avivando los temores a una conflagración regional casi un año después del inicio de la guerra en Gaza.
"Líbano está al borde del abismo", lanzó el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ante la Asamblea General del organismo, que se abrió en plena escalada entre Israel y la formación islamista libanesa proiraní Hezbolá, aliada de Hamás en Gaza.
"Gaza es una pesadilla permanente que amenaza con arrastrar a toda la región al caos, empezando por Líbano", advirtió Guterres, que pidió un cese de hostilidades "inmediato" en el territorio palestino.
Una fuente cercana a Hezbolá anunció la muerte de uno de sus comandantes, Ibrahim Kobeisi, en un bombardeo israelí que según el Ministerio libanés de Salud, mató a seis personas e hirió a 15 en el suburbio sur de Beirut, un bastión de la poderosa formación islamista.
El ejército israelí había indicado poco antes que "aviones de combate de la Fuerza Aérea eliminaron el martes en [el suburbio de] Dahieh a Ibrahim Mohamed Kobeisi, comandante del sistema de misiles y cohetes de la organización terrorista Hezbolá".
- "Bombardeos masivos" -
Israel anunció que había lanzado una nueva oleada de "bombardeos masivos" contra posiciones de Hezbolá tras haber dado parte de ataques contra "decenas de objetivos" de ese movimiento en el sur de Líbano.
"Seguiremos golpeando a Hezbolá (...). Y le digo al pueblo libanés: nuestra guerra no es contra ustedes, nuestra guerra es contra Hezbolá", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un video difundido por su despacho.
Hezbolá indicó por su lado que había lanzado un total de 90 cohetes contra una base militar cerca de Safed, sede del comando norte del ejército israelí.
Previamente, la formación islamista había reivindicado disparos de misiles Fadi 2 hacia Israel que, según aseguró, alcanzaron posiciones militares cerca de Haifa, en el norte del país, incluyendo una "fábrica de explosivos", así como la ciudad de Kiryat Shmona.
En Haifa, las escuelas, universidades y comercios permanecieron cerrados, indicó una periodista de AFP.
Los cruces de artillería entre Israel y Hezbolá son casi diarios desde el inicio, en octubre de 2023, de la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás.
Los bombardeos del lunes, de una intensidad sin precedentes, apuntaron a unos 1.600 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y en el valle de la Becá, en el norte.
Al menos 558 personas murieron en esos ataques, entre ellas 50 niños y 94 mujeres, y 1.835 personas resultaron heridas, indicó el martes el Ministerio libanés de Salud.
Decenas de miles de libaneses huyeron de las zonas bombardeadas desde el lunes, según la ONU, y se dirigieron a Sidón, la mayor ciudad del sur, o a Beirut.
El martes, numerosos coches estaban bloqueados en la carretera que lleva a la capital.
Las escuelas y universidades libanesas permanecerán cerradas hasta el fin de semana y numerosas aerolíneas suspendieron sus enlaces con Beirut y en algunos casos, como British Airways, Delta y las del grupo Lufthansa, con Tel Aviv.
- "Día de terror" -
"Fue un día de terror", contó a AFP Thuraya Harb, una libanesa de 41 años refugiada cerca de Beirut, tras un viaje de ocho horas desde el sur. "No quería irme, pero los niños tenían miedo y nos fuimos con lo puesto", añadió.
El director de un centro de salud en Saksakiye, cerca de Sidón, describió escenas de horror.
Hubo "muchos muertos: niños, mujeres, personas con los miembros, la nariz o las manos arrancados, con los cráneos quebrados" y personas que llegaban "destripadas", describió el médico Musa Yusef, subrayando que "el 90% de los heridos" eran "niños".
Israel afirmó hace unos días que el centro de gravedad de la guerra en Gaza se iba a desplazar hacia el norte, para permitir el retorno a sus hogares de las personas evacuadas en el norte del país tras el inicio de los enfrentamientos con Hezbolá.
Hezbolá prometió por su parte que continuará atacando Israel "hasta el final de la agresión en Gaza".
La semana pasada, dos olas de explosiones de bíperes y walkie-talkies, atribuidas a Israel, mataron a 39 personas e hirieron a cerca de 3.000 en bastiones de Hezbolá en Líbano.
El viernes, un bombardeo israelí en la periferia sur de Beirut mató a 16 miembros de la fuerza de élite del movimiento proiraní, entre ellos su líder, Ibrahim Aqil.
- Biden ve aún posible una "solución diplomática" -
"Una guerra a gran escala no beneficia a nadie. Aunque la situación se ha agravado, todavía es posible una solución diplomática", aseguró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
El nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, afirmó a la CNN que Hezbolá no podía "quedarse solo" ante Israel y consideró, en un mensaje en la red social X, "incomprensible" la "inacción" de la ONU ante Israel.
La guerra en Gaza se desencadenó por un ataque de comandos islamistas de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023.
La incursión dejó 1.205 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en datos oficiales israelíes. Este balance incluye a los rehenes muertos o abatidos durante su cautiverio en Gaza.
De los 251 secuestrados durante la incursión islamista, 97 siguen cautivos en Gaza, aunque 33 de ellos fueron declarados muertos por el ejército israelí.
La ofensiva israelí causó la muerte de al menos 41.467 palestinos, según datos del Ministerio de Salud de este territorio gobernado por Hamás, considerados fiables por la ONU.
(C.Fournier--LPdF)