El trágico final de dos jóvenes palestinos liberados en el canje de Gaza
Recién liberado de una prisión israelí, Wael Masha recorrió a hombros de sus amigos las calles del campo de refugiados palestinos de Balata, en Cisjordania, antes de llegar a su hogar y besar los pies de su madre.
Menos de un año después, los mismos amigos cargaron por las mismas calles con el cadáver de este joven de 18 años después de morir en un bombardeo de las fuerzas israelíes, que lo describieron como un militante armado peligroso.
Masha es uno de los al menos tres palestinos de Cisjordania que fueron detenidos siendo adolescentes, liberados en noviembre durante una breve tregua en la guerra de Gaza y asesinados después en operaciones militares israelíes en este territorio ocupado.
Israel afirma que sus operaciones y bombardeos en Cisjordania, ocupada desde 1967, reflejan la magnitud de la amenaza que representan los combatientes palestinos.
Pero la familia de Wael considera que Israel alimenta el problema que dice combatir, arrestando a jóvenes y abusando de ellos en su presidio, empujándoles finalmente a buscar venganza.
Wael, que tenía 17 años cuando fue detenido, abrazó la yihad tras su liberación y sabía cuáles podían ser las consecuencias.
En su última voluntad, el joven dejó escrito a su madre: "Cuando escuches las noticias de mi martirio, si Dios quiere, no llores, aúlla".
- "Rencor" -
Algunos carteles en su memoria muestran a Wael blandiendo un arma automática, una imagen muy distinta al recuerdo de su madre.
"Le encantaba estudiar y reparar ordenadores y teléfonos móviles", explica Hanadi Masha a AFP desde su casa en el campo de refugiados de Balata, al este de Nablus, rodeada de fotografías de su hijo sonriente.
A lo mejor este interés por la electrónica podría haberse convertido en su profesión, pero "después de salir de prisión, sentía rencor por todo lo que vio dentro", cuenta.
Las secuelas de la guerra en Gaza, iniciada hace casi un año, impactaron en Cisjordania. Las autoridades cifran en al menos 680 los palestinos muertos en este territorio por fuerzas y colonos israelíes desde el ataque del movimiento islamista Hamás, el 7 de octubre, que provocó la guerra.
Las autoridades israelíes dicen que al menos 24 israelíes, entre ellos soldados, murieron en ataques palestinos en Cisjordania en el mismo periodo.
Antes de la guerra, las redadas israelíes contra palestinos en Cisjordania eran habituales, como la que terminó con el arresto de Wael en noviembre de 2022.
El grupo Club de Prisioneros Palestinos, que aboga por sus derechos, afirma que al menos 250 palestinos menores de 18 años están retenidos en cárceles israelíes.
"La ocupación no duda en arrestar a niños menores de 18 años (...) Los arrestos masivos no tienen nada que ver con ninguna acción armada", dice Hilmi al Araj de la asociación civil Hurryat.
Las autoridades israelíes llevaron a Wael a la prisión Megido, en el norte del país, y lo condenaron a dos años y medio de cárcel por cargos que nunca fueron revelados a su familia.
Su liberación tuvo lugar durante una tregua entre Israel y Hamás a finales de noviembre, en la que se canjearon 105 rehenes capturados el 7 de octubre contra 240 palestinos detenidos en Israel.
- "En la flor de la vida" -
A su salida de la cárcel, Masha explicó que había sufrido maltrato: lo habían obligado a besar la bandera israelí y quemado con colillas de cigarrillos.
Su padre, Bilal Masha, dice que esta experiencia fue una "conmoción enorme" que "cambió completamente las cosas" para él.
"Mi hijo entró como un cachorro y salió como un león", asegura.
Tariq Daoud, otro adolescente palestino detenido con Masha y liberado en la tregua de noviembre, también sufrió maltrato en la cárcel de Megiddo, cuenta a AFP su hermano Khaled, en la casa familiar de Qalqiliya, en el norte de Cisjordania.
Su encarcelamiento "destrozó todas sus ambiciones", entre ellas la de convertirse en ingeniero o médico, dice su hermano. En lugar de eso, se unió al brazo armado de Hamás.
Khaled asegura que los abusos que sufrió Tariq -que tenía 16 años cuando fue detenido- lo forzaron a una falsa confesión, y lo acusaron de posesión ilegal de armas e intento de fabricación de explosivos.
El ejército israelí mató a Tariq Daoud la misma semana que Wael Masha, tras haber abierto fuego contra un colono israelí en Azzun, en el este de Qalqiliya, según su hermano y el ejército.
En Balata, la madre de Wael Masha dice que honra la memoria de su hijo hablando de él a sus hermanos y hermanas.
"Era un joven en la flor de la vida", dice, entre lágrimas. Fue su tiempo entre rejas "el que le puso en la cabeza esta idea de resistencia" contra Israel, afirma.
(H.Leroy--LPdF)