El ambiente "hiperpartidista" pone bajo presión a miembros electorales en EEUU
Un "¡Heil Hitler!" a gritos durante una reunión electoral, correos con sustancias sospechosas y amenazas "en persona". Narrativas de desinformación en Estados Unidos antes de los comicios del 5 de noviembre trajeron consigo amenazas a miembros electorales en la vida real.
A comienzos de septiembre, una reunión rutinaria de la junta electoral de un condado suburbano del estado de Georgia se desbarató cuando un miembro del público gritó "¡Heil Hitler!".
Momentos antes, según una grabación de la reunión, otro hombre acusó a una miembro judía de la junta de ser una comunista secreta "empeñada en subterfugios" porque no se puso en pie para el Juramento a la bandera.
"Estamos en un ambiente hiperpartidista, que no creo que existiera antes de 2020", dijo por teléfono a la AFP Tori Silas, presidenta de la junta electoral del condado de Cobb, en los suburbios del noroeste de Atlanta.
Funcionarios de todo Estados Unidos reportan preocupaciones similares sobre el caldeado ambiente político a semanas de las presidenciales.
"Recibimos amenazas a diario, ya sea a través de mensajes de voz, correos electrónicos, redes sociales o en persona", declaró este mes Jocelyn Benson, secretaria de estado de Michigan, a CBS News. "Y va en aumento".
El Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos dijo a la AFP que, junto al FBI, estaban investigando "correos sospechosos enviados a funcionarios electorales en varios estados", algunos de los cuales contenían una sustancia desconocida.
Lisa Deeley, demócrata de la junta electoral de Filadelfia, lamentó que sigan circulando "acusaciones fantásticas de fraude y abuso generalizados". Se trata del "mismo libro de jugadas" utilizado por "cierto candidato" en 2020, explicó a la AFP en obvia referencia a Donald Trump.
Tras su derrota electoral frente a Joe Biden, el entonces presidente Trump soltó un torrente sin precedentes de falsas acusaciones de fraude, y señaló a los miembros electorales por su nombre en las redes sociales, incluido un excolega de Deeley.
- Precauciones -
Mientras busca recuperar la Casa Blanca, Trump sigue alegando que las elecciones de 2020 fueron "robadas".
"Pasaron cosas malas, malas (en 2020)... no vamos a dejar que vuelva a pasar", aseguró el candidato republicano de 78 años.
Con el aumento de las hostilidades, las juntas electorales añaden cada vez más la seguridad física a sus tareas típicas para garantizar que el proceso de votación sea justo y eficiente.
"Considerando el ambiente hiperpartidista y lo que ha ocurrido en otras jurisdicciones, no estaríamos haciendo nuestro trabajo si no estuviéramos considerando y tomando" precauciones, dijo Silas.
Entre las medidas adoptadas figuran el equipamiento del personal con radios bidireccionales que tienen conexión directa con servicios de emergencia y el aumento de la presencia policial en los alrededores de los centros de votación.
En el condado de Maricopa, que incluye Phoenix, capital de Arizona, las autoridades han invertido "en detectores de metales, en vallas, en cámaras", indicó a la CBS el funcionario republicano Bill Gates.
"Desearía que no tuviéramos que hacer esto, pero tenemos que hacerlo", apuntó.
- Retrasos -
Miembros electorales están particularmente preocupados por los estrechos márgenes que se esperan entre Trump y la demócrata Kamala Harris, que pueden dificultar, una vez más, una rápida proclamación de victoria.
La "mayor ventana para la desinformación" está "desde que cierran las urnas la noche de la elección hasta que se conoce el resultado de la elección", según Seth Bluestein, un republicano de la junta de Filadelfia.
Aunque Bluestein se dice "cautelosamente optimista" pues la ciudad está mejor preparada, está frustrado por el hecho de que la legislatura dividida de Pensilvania aún no haya solucionado un factor importante en los retrasos: el requisito de que los administradores esperen hasta el día de las elecciones para comenzar a procesar los cientos de miles de votos por correo.
Si las elecciones se deciden en Pensilvania, como analistas consideran que podría ocurrir, esa norma podría retrasar durante varios días que se conozca el resultado, lo que intensificaría el escrutinio sobre los trabajadores electorales de este estado del noreste de Estados Unidos.
Los administradores electorales, comentó Deeley, no tienen más remedio que "continuar nuestra cruzada para combatir la desinformación hasta el día de las elecciones y más allá".
"Sabemos lo que tenemos que hacer. Celebramos elecciones seguras y justas", aseveró.
(V.Castillon--LPdF)