Boris Johnson visitará Irlanda del Norte, sumida en una parálisis política
Una semana después de la victoria del partido republicano Sinn Fein, Irlanda del Norte está sumida en la parálisis política tras el bloqueo del funcionamiento del nuevo parlamento regional por los unionistas del DUP para protestar contra las disposiciones posbrexit en esa provincia británica, donde acudirá Boris Johnson el lunes.
Como anunció el líder del DUP, Jeffrey Donaldson, los miembros electos de su partido se negaron a nombrar al presidente de la Asamblea local.
El dirigente unionista, cuyo partido defiende ferozmente la pertenencia de Irlanda del Norte a la corona británica, insistió en la necesidad de "enviar un claro mensaje" tanto a la Unión Europea como al gobierno británico. "Nos tomamos muy en serio" la necesidad de solucionar el tema del protocolo de Irlanda del Norte, dijo.
Según Donaldson, "ningún unionista elegido" apoya el protocolo y pidió al gobierno británico que actúe "ahora" para "restaurar el lugar de Irlanda del Norte en el Reino Unido".
La cámara autónoma norirlandesa se reunió el viernes por primera vez tras la victoria del Sinn Fein --exbrazo político del grupo armado IRA y partidario de la reunificación con la República de Irlanda-- en los comicios del 5 de mayo, por primera vez desde la partición de la isla hace cien años.
Pero el DUP, ahora segunda fuerza política de la región, rechaza compartir el poder con el partido nacionalista mientras se mantengan los controles aduaneros posbrexit entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido que impone el denominado "protocolo norirlandés" negociado por Londres y Bruselas.
El acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998 estipula que el gobierno local se forme siempre en coalición con los republicanos.
- ¿Renegociar? -
Donaldson reiteró el viernes su férrea oposición al protocolo, al que acusa de menoscabar el lugar de Irlanda del Norte en el país.
Michelle O'Neill, vicepresidenta del Sinn Fein llamada a convertirse en la nueva jefa del gobierno regional, lo acusó de "tomar a la sociedad como rehén".
El primer ministro británico, Boris Johnson, debe viajar a Belfast el lunes, agregó, lamentando que Irlanda del Norte sea "un peón en medio de una batalla entre el gobierno británico y la Unión Europea".
En su intervención ante la Asamblea brevemente reunida, el ex primer ministro norirlandés Paul Givan (DUP), que dimitió a principios de febrero en protesta por el protocolo, argumentó que su partido respetaría el mandato que le dieron los votantes para "eliminar la frontera en el mar de Irlanda".
El protocolo de Irlanda del Norte y el acuerdo del Viernes Santo son "incompatibles", dijo, "no se pueden tener ambos".
Basándose en estas tensiones políticas en la región y en las barreras al comercio entre Irlanda del Norte y el resto del país, el gobierno británico pidió a la Unión Europea (UE) renegociar en profundidad el protocolo. Bruselas sin embargo solo está dispuesta a hacer "ajustes".
- "Antidemocrático" -
Londres amenazó el jueves con actuar unilateralmente para suprimir la aplicación de grandes partes del protocolo, posiblemente la próxima semana, una postura "inaceptable" para la UE, que podría desencadenar severas represalias comerciales.
Pero según el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, cualquier acción unilateral del gobierno británico sería "antidemocrática".
"El protocolo debe aplicarse de forma flexible y pragmática para dar cabida a las preocupaciones" de la parte unionista, dijo en BBC Radio 4.
Pero si adoptara una acción unilateral, además de "infringir el derecho internacional", el gobierno británico estaría "actuando deliberadamente de forma antidemocrática, porque 53 de los 90 miembros elegidos de la Asamblea de Irlanda del Norte apoyan el protocolo".
El protocolo pretende proteger la frágil paz en Irlanda del Norte evitando el retorno de una frontera física con la República de Irlanda, país miembro de la UE.
Para ello mantiene a la región británica dentro del mercado único europeo y la unión aduanera, lo que implica realizar controles a los productos que llegan a Irlanda del Norte procedentes del resto del Reino Unido.
(A.Laurent--LPdF)