Capital de Libia vive mortales enfrentamientos con dos gobernantes en lucha por el poder
La capital de Libia fue estremecida el martes por varias horas de tiroteos, cuando un primer ministro rival intentó deponer al gobernante interino, Abdelhamid Dbeibah, amenazando con una nueva escalada de violencia en el país.
Fathi Bashagha, jefe de gobierno designado por el Parlamento, llegó la mañana del martes a Trípoli e intentó tomar la capital por la fuerza, provocando enfrentamientos entre grupos armados que apoyan a cada bando.
Un hombre identificado como Ahmad al-Ashhab murió en el tiroteo, dijo Bashagha a periodistas.
Horas después de llegar, Bashagha abandonó Trípoli por la "seguridad de los ciudadanos", mientras la ONU, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos llamaron a la calma.
Corresponsales de AFP observaron vehículos calcinados y caravanas militares cerca del mediodía del martes.
Dbeibah, basado en Trípoli, fue designado jefe de gobierno bajo un difícil proceso de paz auspiciado por la ONU el año pasado que condujo a un acuerdo para celebrar elecciones en diciembre de 2021, pero la votación fue aplazada indefinidamente.
En tanto, en febrero, el Parlamento con sede en Tobruk (este) designó a Bashagha, un exministro del Interior, como sustituto de Dbeibah al argumentar que su mandato había concluido.
Fue el más reciente de una serie de cismas en Libia desde que una revuelta popular depuso al exdictador Muamar Gadafi en 2011.
Dbeibah se ha negado a entregar el poder si no es a un gobierno electo, lo cual reiteró el martes.
"La solución son las elecciones, no puede haber futuro sin ellas", declaró en un discurso por televisión. "Este gobierno seguirá haciendo su trabajo hasta que haya elecciones".
- Acto primero -
Bashagha y Dbeibah son originarios de la ciudad occidental de Misrata y tienen apoyo de diferentes grupos armados en la capital.
La noche del martes, Bashagha dijo a periodistas en la ciudad de Sirte que había entrado a la capital "pacíficamente" pero que cuando estallaron los enfrentamientos "vimos la necesidad de salir" para evitar bajas.
Criticó duramente a su rival, señalando que la pobreza y la delincuencia crecieron bajo su gobierno y que "perdió el control de Trípoli".
Los enfrentamientos levantaron temores de un retorno a un conflicto como el que vivió la capital cuando las fuerzas del poderoso mariscal Jalifa Haftar, del este del país, lanzó una fallida ofensiva entre 2019 y 2020.
Haftar respaldó a Bashagha, lo que aumentó los temores de más conflicto.
El ministerio de Defensa de Dbeibah dijo que respondería "con puño de hierro" ante cualquiera que "ataque la seguridad de los ciudadanos".
Dbeibah fue visto en encuentros con el público en las calles de la capital.
Su despacho anunció la destitución de su jefe de inteligencia militar, Osama Juwaili, sin citar un motivo.
El experto en Libia Emadeddin Badi dijo que Bashagha "perdió gran parte de su base en su localidad de Misrata, empañó su política anticrimen y ahora hundió su respaldo popular".
Agregó que le será difícil recuperarse tras el fallido intento de tomar la capital.
Pero Anas El Gomati, del centro de estudios libio Instituto Sadeq, comentó que es "probable que este sea solo el primer acto".
En el escenario internacional, "no hay margen para lidiar con Libia a la luz del conflicto en Ucrania", agregó.
La representante de la ONU en el país, Stephanie Williams, llamó a todas las partes a la calma y a evitar la "retórica incendiaria".
- "Muy grave" -
Grupos armados pro Bashagha se desplegaron el martes en los límites de la capital, despertando temores del colapso de un frágil alto el fuego acordado en octubre de 2020.
La creación de dos gobiernos recuerda el conflictivo período de Libia con dos administraciones rivales, entre 2014 y 2021.
La revuelta que depuso a Gadafi hundió al país en la violencia mientras grupos armados luchaban por el poder, con una cadena de gobiernos interinos que llegaron y partieron.
Varias fuerzas milicianas se integraron al estado, permitiéndoles controlar partes de la riqueza petrolera del país. Grupos de derechos humanos acusaron a todas las partes de cometer abusos.
El jefe diplomático de la UE, Josep Borrell, dijo el martes que la situación es "muy grave".
"Esperábamos que algo así ocurriera", admitió, al señalar las presiones causadas por la incapacidad de celebrar elecciones y el resurgimiento de gobiernos rivales.
(R.Dupont--LPdF)