La ofensiva rebelde se acerca a una ciudad clave en el centro de Siria
La coalición de rebeldes liderada por islamistas que lanzó una ofensiva relámpago en el norte de Siria avanza el martes hacia Hama, una ciudad clave en el centro del país, donde las fuerzas gubernamentales intentan cerrarle el paso, con el apoyo de la aviación rusa.
Frente a esta reanudación de las hostilidades en Siria, después de más de una década de guerra civil, se han multiplicado los llamados internacionales a una desescalada.
El grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras facciones rebeldes lanzaron el 27 de noviembre una ofensiva relámpago en el noroeste del país, donde tomaron el control de decenas de localidades y de una gran parte de Alepo, la segunda ciudad más importante del país.
"Violentos enfrentamientos tienen lugar en el norte de la provincia de Hama", una ciudad estratégica en la ruta que conecta Alepo con Damasco, la capital. En esa zona "la aviación rusa y siria lleva a cabo decenas de bombardeos" sobre las posiciones rebeldes, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los grupos insurgentes tomaron el control de varias localidades en la región, según esta oenegé con sede en Reino Unido que cuenta con una amplia red de fuentes de informacion en Siria.
Un fotógrafo de AFP vio el martes decenas de tanques y vehículos militares del ejército sirio abandonados en la carretera que conduce a Hama. El ejército sirio anunció el envío de refuerzos hacia esa zona para frenar el avance de los rebelde.
- Fuga de habitantes -
"Avanzamos hacia Hama después de haber limpiado" las localidades que conducen hasta allí, afirmó un combatiente rebelde que se presentó como Abul Huda Surani. El lunes, sus fuerzas bombardearon con lanzacohetes la ciudad donde murieron seis civiles, según el OSDH.
Los combates y bombardeos en el noroeste del país, los primeros de esta magnitud desde 2020, han dejado 514 muertos desde el 27 de noviembre, entre ellos 92 civiles, informó el observatorio.
Hasta el sábado, unas 48.500 personas, más de la mitad niños, fueron desplazadas en las regiones de Idlib y del norte de Alepo, indicó el lunes la Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (Ocha).
Entre ellos, figuran miles de kurdos sirios. En la carretera Alepo-Raqqa, al norte de Siria, se han podido ver largas filas de automóviles, camionetas e incluso motos sobrecargadas con colchones y cobijas, según imágenes de AFP, con familias que intentan escapar a zonas controladas por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos.
Por primera vez desde el inicio de la guerra civil en 2011, el régimen perdió totalmente el control de Alepo, donde los rebeldes, incluidos grupos apoyados por Ankara, se han posicionado en la zona con excepción de los sectores norte habitados por kurdos.
- "Terror" a los ataques aéreos -
En Idlib, donde aviones sirios y rusos han respondido a la ofensiva con bombardeos, los rescatistas trabajaban entre los escombros de edificios arrasados por los ataques, que también han apuntado al campamento de desplazados Haranabuch.
"No puedo describir (...) el terror que sufrimos", dijo Hussein Ahmar Khader, un profesor en la zona.
En Alepo los rebeldes armados patrullan en las calles de la ciudad, cerca de la ciudadela histórica, o se posicionan en el aeropuerto internacional de la ciudad de dos millones de habitantes.
Los habitantes hacía colas para recibir algo de comida distribuida por una asociación.
"Estamos en la incertidumbre, no sabemos que pasará", lamentó el lunes un poblador de Alepo contactado por teléfono por la AFP, que no dio su nombre. Contó que "algunos milicianos dijeron a las niñas que se cubrieran con el velo".
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien se dijo "alarmado por la reciente escalada de violencia en el noroeste de Siria", instó el lunes al "cese inmediato de las hostilidades", dijo su portavoz.
Estados Unidos, que lidera una coalición internacional antiyihadista en Siria, instó a "todos los países" a trabajar para "una desescalada", al igual que la Unión Europea, que "condenó" los ataques rusos "en zonas densamente pobladas".
El presidente sirio, Bashar al-Assad, afirmó que la "escalada terrorista" busca "redefinir el mapa regional de acuerdo con los intereses y objetivos de Estados Unidos y Occidente", dijo en una entrevista telefónica con su homólogo iraní, Masud Pezeshkian.
El presidente ruso Vladimir Putin y Pezeshkian afirmaron su apoyo "incondicional" a Assad y pidieron coordinación con Turquía, dijo el Kremlin.
Siria está dividida por la guerra civil en varias zonas de influencia, donde los insurgentes cuentan con el apoyo de diferentes potencias extranjeras.
(H.Leroy--LPdF)