Le Pays De France - El ejército ucraniano se despide de su artillería soviética

Paris -
El ejército ucraniano se despide de su artillería soviética
El ejército ucraniano se despide de su artillería soviética / Foto: © AFP/Archivos

El ejército ucraniano se despide de su artillería soviética

Oculto en un agujero en medio de una arboleda, el anticuado cañón autopropulsado Akatsiya 2S3, de la era soviética, está cerca de su despedida. El ejército ucraniano, que pronto habrá agotado sus últimos proyectiles, prefiere el armamento occidental, mucho más eficaz contra el enemigo ruso.

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Sobre el techo del aparato, un juego de herramientas indica un enésimo trabajo de mantenimiento. Construido en 1986, "Lastotchka" (la golondrina), como lo bautizó su tripulación, muestra el peso de los años, algo que no parece preocupar mucho a los hombres que transporta.

"Para que pase de la segunda a la tercer marcha hay que golpear con un martillo o un manotazo", dice sonriente Serguii, de 26 años, quien hace un gesto con la mano acompañado de un sonoro "bang".

Su visibilidad es tan escasa que el conductor a veces debe sacar la cabeza de la cabina. La marcha atrás es aún más aleatoria debido a la falta de una cámara de visión trasera.

"Para realizar un ataque necesitamos un minuto 30 a dos minutos, el tiempo para ajustar el rumbo, preparar el arma", maniobras que se realizan manualmente, explica Serguii en la región sureña de Mykolaiv.

En cambio, las armas occidentales, más recientes, fijan su objetivo por computadora y luego disparan. "Sus proyectiles están en el aire, ya se fueron", una ganancia preciosa de tiempo para evitar una posible respuesta rusa.

- Lada contra Mercedes -

"Seremos recordados como los últimos en utilizar estos sistemas", bromeó el oficial "Baniet" (Bayoneta).

En Ucrania, el ejército "hace con lo que tiene", aunque preferiría "material más moderno, con más computadoras" y de origen occidental, agregó "Baniet".

Utilizando una metáfora dice: "todo propietario de un Lada estaría encantado de tener un Mercedes".

En cuanto a su alcance, los "Lada" se quedan cortos 10 km o más comparado con las armas occidentales.

El problema con la precisión es aún mayor: a la distancia máxima, sus impactos caen al menos "dentro de un radio de 200 a 300 metros" del objetivo, en comparación con los cinco metros de un proyectil guiado moderno, según Pierre Grasser, investigador asociado del laboratorio Sirice-Sorbona.

Independiente de las ventajas o deficiencias, el ejército ucraniano está obligado a abandonar sus Akatsiya 2S3, que Grasser calcula en 200 unidades funcionales, debido a la falta de municiones.

Debido a que el aparato es heredado de la Unión Soviético, al igual que otros elementos de artillería legados a Ucrania tras su independencia en 1991, utiliza proyectiles de 152 mm, producidos en Rusia o países allegados a Moscú.

- Nuevo estándar -

En los últimos meses, los aliados de Ucrania encabezados por Estados Unidos le entregaron más de 220 obuses de otro calibre (155 mm), junto con unas 500.000 municiones, algunas de ellas guiadas, lo que ha permitido a Kiev "pasar a un nuevo estándar militar" mucho más alto, según Grasser.

Equipado también con sistemas Himars capaces de lanzar misiles muy precisos con un alcance de 80 km, Kiev se pudo imponer a Moscú, aumentando sus ataques contra objetivos neurálgicos como depósitos de municiones atrás de las líneas rusas, poniendo su logística en peligro.

"Es una gran sorpresa porque es la primera vez que Rusia está abajo en términos del combate de artillería desde la Primera Guerra Mundial", indicó el investigador francés.

Ucrania tiene ahora "la capacidad de cubrir con su artillería una zona mucho más amplia y precisa" que Rusia, adepta a los bombardeos masivos durante este conflicto, señaló Pierre Razoux, director académico de la Fundación Mediterránea de Estudios Estratégicos.

A medida que se agotan las existencias de misiles de 152 mm, Ucrania descartará a "la Golondrina" y el resto de la artillería soviética, marcando el fin de una era, según el analista Serguiy Zgurets, en Kiev.

Para el oficial "Baniet", un exoficial del Ejército Rojo, "no importa qué arma destruirá a tu enemigo". Para él, "lo único importante es que funcione bien y que tengamos munición, soviética o no".

(H.Duplantier--LPdF)