Disparos de cohetes cerca del Parlamento iraquí, reunido para elegir nuevo presidente / Foto: © AFP
Disparos de cohetes cerca del Parlamento iraquí, reunido para elegir nuevo presidente
Disparos de cohetes causaron diez heridos el jueves en la Zona Verde de Bagdad, donde el Parlamento iraquí se reunió para tratar de elegir un nuevo presidente y sacar el país de un bloqueo político salpicado de violencia.
La sesión empezó con dos horas de retraso una vez se alcanzó el cuórum necesario, con 269 diputados de 329 reunidos en el hemiciclo, indicó un corresponsal de AFP. Entretanto, los bloques apuraban hasta el último minuto las negociaciones en un país multiconfesional y multiétnico muy polarizado.
Estas tensiones se evidenciaron con la caída de nueve cohetes del tipo katiusha en la Zona Verde, el sector ultrasecurizado de Bagdad donde se sitúa el Parlamento, otras instituciones gubernamentales y embajadas, así como en un barrio limítrofe, según las fuerzas de seguridad.
Un proyectil cayó cerca del Parlamento. Un corresponsal de AFP que seguía la sesión pudo escuchar varias explosiones. Los disparos no fueron reivindicados.
Diez personas resultaron heridas por estos tiros, entre ellos seis miembros de las fuerzas del orden que garantizaban la seguridad de los diputados, según un responsable de seguridad. Cuatro civiles quedaron heridos por un cohete caído en el barrio limítrofe.
Más de un año después de las últimas elecciones legislativas del 10 de octubre de 2021, los tenores de la política iraquí aún no han logrado ponerse de acuerdo para elegir a un nuevo presidente ni a un nuevo primer ministro, pese a interminables negociaciones.
Esta parálisis política obstaculiza reformas y grandes proyectos de infraestructuras en un país rico en hidrocarburos, pero asolado por décadas de conflicto.
En Irak, el cargo de presidente está reservado tradicionalmente a un kurdo, pero desde hace meses los dos partidos históricos de esta comunidad se disputan el puesto, sin llegar a un acuerdo.
Las tensiones también son importantes entre los dos bloques chiitas, comunidad musulmana mayoritaria en Irak y en el Parlamento.
Por un lado, la facción liderada por el popular clérigo Moqtada Sadr exige la disolución del hemiciclo y elecciones anticipadas. Por el otro, el Marco de Coordinación, una alianza de facciones pro-Irán, pide la formación de un ejecutivo antes de que haya nuevos comicios.
Hasta en tres ocasiones este año, el Parlamento había intentado elegir un presidente, pero en ninguna de las sesiones se alcanzó el cuórum de asistencia de dos tercios.
- "Todo puede cambiar" -
La jefatura de Estado solía recaer en la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), que había presentado como candidato al presidente saliente Barham Saleh. Pero el Partido Democrático del Kurdistán (PKD) postuló al actual ministro de Interior del Kurdistán autónomo, Rebar Ahmed.
En medio de la disputa entre ambas formaciones emergió un aspirante de último minuto: el exministro Abdel Latif Rachid, un histórico líder del UPK, que presentó él mismo su candidatura.
El PDK, con 31 diputados, retiró finalmente a su candidato y votará por este veterano político de 78 años, indicó a la AFP un alto responsable de la formación.
Una vez elegido por los diputados, el nuevo presidente debe designar al primer ministro, elegido por la mayor coalición del Parlamento.
"Aún no está claro si los partidos kurdos lograron un acuerdo respecto al presidente", subrayó el politólogo Hamzeh Hadad.
Para el puesto de primer ministro, "el favorito es Mohamed Chia al Sudani", indicó el investigador, en referencia al exministro de 52 años, elegido por el Marco de Coordinación. "Pero en política iraquí, todo puede cambiar al último minuto".
Desde la invasión estadounidense de 2003 y el derrocamiento de Sadam Husein, la comunidad chiita, mayoritaria, domina la vida política.
En verano boreal, la candidatura de Mohamed Chia al Sudani provocó tensiones entre el Marco de Coordinación y los partidarios de Moqtada Sadr, que organizaron sentadas masivas frente al Parlamento.
Pero el Marco de Coordinación, una alianza de facciones chiitas pro-Irán que incluye a exparamilitares del Hashd al Chaabi, nunca dio marcha atrás. La coalición representa la primera fuerza del hemiciclo tras la inesperada retirada de los 73 diputados del movimiento sadrista.
Las tensiones alcanzaron su punto álgido el 29 de agosto, cuando más de 30 partidarios sadristas murieron en los combates contra el ejército y el Hashd al Chaabi, integrado en las tropas regulares en 2017.
(V.Castillon--LPdF)
