Le Pays De France - Saunas y calcetines "tácticos": astucias de soldados ucranianos para combatir el frío en las trincheras

Paris -
Saunas y calcetines "tácticos": astucias de soldados ucranianos para combatir el frío en las trincheras
Saunas y calcetines "tácticos": astucias de soldados ucranianos para combatir el frío en las trincheras / Foto: © AFP

Saunas y calcetines "tácticos": astucias de soldados ucranianos para combatir el frío en las trincheras

Desde calcetines "tácticos" a sacos de dormir con estándares de la OTAN, e incluso una sauna. En una trinchera en el este de Ucrania, a 700 metros de las posiciones rusas, un grupo de soldados de la 5ª Brigada de Asalto se prepara para el frío invernal.

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"El invierno en el Donbás es un infierno. Es un clima de estepa con noches heladas, temperaturas que bajan a los -30 ºC", advierte el soldado Yuri Syrotiuk, de 46 años, un funcionario municipal electo de Kiev, quien desde febrero está en el frente de combate.

"No hay bosque, el viento va por todos lados. Estuve allí en 2014, era insoportable", dice el decano del grupo.

En este parte estabilizada del frente, el enemigo está muy cerca y los disparos son constantes, pero la vida continúa en el laberinto de trincheras.

Los 11 soldados de la 5ª brigada y su gato, John, viven una semana completa en la trinchera y luego son rotados.

A un metro del suelo, con ayuda de un tutorial de internet, los chicos construyeron una sauna.

La alcoba de dos metros cuadrados, calentada por una estufa a leña, está revestida con material aislante. Los muros también están blindados, pueden soportar un mortero de 82 mm.

En la entrada, un barril de municiones sirve de "guardarropa" para los soldados que entran desnudos en la "bania", la sauna, y aprovechan para lavarse.

"Allí pones agua o nieve en un balde y aquí hace vapor", muestra el soldado Syrotiuk.

"Después de estar en el aguanieve, sales como una persona nueva", dice con una gran sonrisa.

- 5 °C fuera, 22 °C dentro -

Todo alrededor del campamento, escondido bajo redes de camuflaje, es un océano de lodo que se pega a las suelas.

Antes de entrar en la trinchera que se utiliza para descansar y de cocina, uno se limpia las botas en un tubo de metal dispuesto para ese efecto.

Una vez bajo tierra, el rey de la trinchera es la "burjuika", una pequeña estufa a leña tradicional de metal con chimenea.

Allí se calientan las manos y se prepara un té o un café humeante y reconfortante.

Al final del túnel, con el piso lleno de lodo, dentro de la cavidad revestida de aislamiento donde los soldados duermen sobre colchones, hay que quitarse los zapatos.

Un termómetro de plástico decorado con rosas anuncia 22 ºC. Afuera la temperatura es de 5º en esta mañana brumosa de final de otoño.

La unidad recibió sacos de dormir que pueden soportar hasta -30 ºC, explica el comandante "Locha".

"Con eso puedes dormir en la nieve", asegura el militar.

En cuanto a la vestimenta, los soldados reciben un pasamontañas, ropa interior especial y sobre todo "calcetines tácticos" para evitar el temido "pie de trinchera", el pie que se enmohece, un mal común en la Primera Guerra Mundial que puede provocar gangrena.

"Pero lo que nos calienta más que los calcetines o los sacos de dormir con los estándares de la OTAN, son las palabras, las llamadas y los pequeños dibujos de nuestros seres queridos", dice el soldado Syrotiuk con una sonrisa tierna.

(L.Chastain--LPdF)