"Día de la unidad" en Ucrania y prudente optimismo por el fin de crisis con Rusia
Ucrania celebra el miércoles un "Día de la unidad" frente a la amenaza de invasión rusa, en un momento en que la retirada parcial de las tropas de Moscú de la frontera alimenta la esperanza de una resolución pacífica de esta crisis.
El despliegue de tropas rusas en la frontera con Ucrania había sido catalogado por Estados Unidos como un riesgo de una invasión inminente y es considerado como la peor crisis de seguridad en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero desde hace días se suceden las maniobras diplomáticas de estadounidenses y europeos para aplacar los temores de una invasión, luego que saltaran las alarmas luego que Rusia movilizó decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania, lanzando además ejercicios militares.
El miércoles, Rusia siguió rebajando las tensiones anunciando el fin de las maniobras y la retirada de los soldados de Crimea, la península anexada a Ucrania. El martes el Kremlin ya informó de la retirada de algunas tropas.
El ministerio ruso de Defensa publicó un video que muestra una retirada de las tropas y del arsenal militar en un tren nocturno que une Crimea con Rusia.
Pero, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respondió afirmando que "por ahora" no hay señales concretas de una desescalada, pese a las declaraciones de los responsables en Moscú.
"No hemos constatado ninguna desescalada en el terreno por ahora. Al contrario, parece que Rusia sigue reforzando su presencia militar", afirmó Stoltenberg al inicio de la reunión de los ministros de Defensa de la Alianza en Bruselas.
En las calles de Ucrania, el país celebra "el Día de la unidad", decretada por el presidente Volodimir Zelenski, que invitó a los ciudadanos a izar las banderas nacionales o a lucir los colores patrios amarillo y azul.
Su gobierno intenta aplacar tensiones y rechaza "el pánico" causado por rumores y alertas de invasión.
Zelenski asistirá en la mañana a maniobras militares en la región de Rivné, en el oeste.
También se trasladará a Mariupol, la última ciudad del este que está bajo control del gobierno y que es considerada como uno de los territorios bajo amenaza en caso de una invasión, ya que está a unos 20 kilómetros de donde operan los separatistas prorrusos que mantienen un conflicto armado.
Zelenski eligió esta fecha para celebrar la "unidad" en reacción a reportes de inteligencia de Estados Unidos de que Rusia lanzaría una ofensiva este 16 de febrero.
El miércoles Ucrania anunció que agregado militar asistió a las maniobras que realiza Rusia en territorio Bielorruso, uno de los factores que alentó la tensión debido a que esta frontera es el punto más cercano a Kiev.
Por su parte Minsk, que es un estrecho aliado de Rusia, indicó que todos los soldados de Moscú desplegados en su territorio serán evacuados al final de estas maniobras el 20 de febrero.
- Prudencia entre los occidentales -
Desde el anuncio del martes de una retirada parcial de las tropas, coincidiendo con la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Moscú, los occidentales mantienen la prudencia.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, indicó que esta retirada "sería positiva" pero todavía debe ser verificada.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó que de confirmarse, sin que haya dudas, seria una muestra de distensión.
El más optimista ante estos anuncios fue Scholz, recibido en el Kremlin por Putin. El canciller celebró la medida como "un buena señal" y estimó que "hay suficientes bases de discusión" con Rusia "para que las cosas evolucionen positivamente".
Tanto él, como Putin aseguraron querer un proceso de negociación sobre las cuestiones de seguridad en Europa.
"Hay un hecho: la adhesión de Ucrania a la OTAN no está en el orden del día", admitió Scholz.
Biden afirmó que quiere dar "todas las oportunidades a la diplomacia", sin levantar la amenaza, asegurando que las sanciones contra Moscú en caso de ataque militar "están listas".
El miércoles Kremlin respondió afirmando que es "positivo" el tono de Biden.
"Es positivo que el presidente de Estados Unidos haya expresado su deseo de mantener negociaciones serias", dijo a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Pero el alto funcionario alertó que las conversaciones para resolver esta crisis serán "muy complejas y requerirán flexibilidad por ambas partes".
Los países occidentales han rechazado las principales exigencias rusas, como el fin de la ampliación de la OTAN, el despliegue de armas ofensivas en sus cercanías o la retirada de infraestructuras de la alianza de Europa del Este.
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(P.Toussaint--LPdF)