El cohete europeo Ariane 6 despega para su primera misión
El cohete Ariane 6 despegó este martes desde la Guayana Francesa para su primera misión, en un intento de los países europeos de recuperar un acceso autónomo al espacio.
Con un retraso de una hora debido a un problema "menor", el cohete de 56 metros inició a las 16H00 hora local (19H00 GMT) su vuelo de 2 horas, 51 minutos y 40 segundos.
En la Sala Júpiter, la torre de control de la misión situada a 17 km de la plataforma de lanzamiento, la calma de los operadores contrastó con la emoción de un vuelo esperado desde hace cuatro años por la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Propulsión nominal, trayectoria conforme a lo esperado", anunció el director de operaciones, Raymond Boyce, ante los aplausos de la sala.
En esta primera misión, operada por la ESA, existe un "riesgo", pese a los numerosos ensayos realizados en tierra y las simulaciones efectuadas desde hace meses, explicó Philippe Baptiste, jefe de la agencia espacial francesa Cnes, que se mostró no obstante "confiado", al igual que los responsables del vuelo.
Históricamente, casi la mitad de los primeros lanzamientos de cohetes han sido fallidos, como en 1996 para el primer Ariane 5, que sin embargo, de un total de 117 lanzamientos, solo falló dos veces.
El cohete, cuya puesta en marcha se ha retrasado cuatro años, transporta 15 microsatélites de universidades y material para llevar a cabo experimentos diversos.
Igualmente transporta dos cápsulas de entrada atmosférica que serán arrojadas al final de la misión. Estas cápsulas desarrolladas por la start-up francoalemana The Exploration Company y Arianegroup deben preparar la carga espacial para abastecer las estaciones espaciales.
El Ariane 6, que se puso en marcha en 2014, tiene capacidad para poner en órbita satélites geoestacionarios a 36.000 kilómetros de altitud y también constelaciones de satélites a cientos de kilómetros de la Tierra.
Para ello, el piso superior del cohete cuenta con un motor Vinci, la principal innovación de la nave.
Durante el vuelo, el motor Vinci se debe encender en tres ocasiones. Una primera vez durante 11 minutos y después una segunda durante 22 segundos para llevar el piso superior al lugar desde donde lanzará las cápsulas, una hora y seis minutos después del despegue.
El lanzamiento será un éxito si se consigue la puesta en órbita de los satélites, explicó el jefe de transporte espacial de la ESA, Toni Tolker-Nielsen.
Pero solo será un éxito total si el piso superior no queda como residuo en órbita: cuando se encienda el motor Vinci por tercera y última vez, deberá volver a la atmósfera desde donde caerá al Pacífico cerca del punto Nemo, el lugar más alejado de cualquier zona de tierra.
- "Aumento de la frecuencia" -
Este vuelo de Ariane 6 es estratégico para los europeos si quieren continuar existiendo frente al gigante estadounidense SpaceX, que lanza sus cohetes reutilizables Falcon 9 alrededor de dos veces por semana.
Desde el último vuelo de Ariane 5 hace un año, los europeos ya no pueden poner un satélite en órbita por sus propios medios. Y desde la invasión de Ucrania ya no tienen acceso al vehículo de lanzamiento mediano ruso Soyuz. Además el cohete Vega-C ha estado en tierra desde finales de 2022 tras un accidente.
Después de este primer vuelo, se necesitarán varios meses para analizar los datos transmitidos por los múltiples captores del cohete antes de un primer lanzamiento comercial a finales de año, probablemente con el satélite de observación militar francés CSO-3.
"Hoy es un momento muy importante: estamos restableciendo el acceso independiente al espacio para Europa", se felicitó el director general de la ESA, Joseph Aschbacher.
El siguiente desafío será "lograr el aumento de la frecuencia" de vuelos, según Toni Tolker-Nielsen. Se prevén seis vuelos en 2025 y ocho al año siguiente.
Ariane 6 registra 29 vuelos en su cartera de pedidos, un "absoluto éxito sin precedentes para un cohete que no ha volado", se congratuló recientemente Stéphane Israel, jefe de Arianespace, empresa encargada de comercializar y explotar el cohete.
No obstante, el programa sufrió recientemente un revés: Eumetsat, el operador de satélites meteorológicos europeos, anuló a finales de junio el lanzamiento de su satélite MTG-S1 previsto con Ariane 6 a principios de 2025. En su lugar, lo realizará con SpaceX, alegando "circunstancias excepcionales", que no precisó.
Una decisión de un organismo intergubernamental de 30 países europeos "difícil de comprender", según el jefe de la ESA, Joseph Aschacher.
Para el jefe del Cnes, se trata de una violación del principio de preferencia europea. Hay que tomar "las medidas necesarias para que todos los satélites institucionales europeos se lancen desde pequeños y grandes cohetes europeos", exhortó Philippe Baptiste.
(O.Agard--LPdF)