Reino Unido da marcha atrás en sus compromisos climáticos
El primer ministro británico, Rishi Sunak, anunció el miércoles el aplazamiento de varias medidas emblemáticas de la política climática del Reino Unido, una decisión criticada por electoralista y desaprobada en los círculos económicos.
"Confío en que podamos adoptar un enfoque más pragmático, proporcionado y realista para lograr la neutralidad de carbono, lo que aligera la carga de los trabajadores", dijo Rishi Sunak en una conferencia de prensa organizada apresuradamente después de que sus intenciones se filtraran a los medios.
El principal anuncio afecta a los automóviles nuevos que funcionan con gasolina y diésel, que ahora estarán prohibidos para la venta en 2035 y no en 2030.
Con esta medida, el Reino Unido está "alineando su enfoque" con el calendario previsto en la Unión Europea o en otros países, dijo Sunak, ante las críticas del sector del automóvil.
También anunció la relajación de las condiciones para la eliminación gradual de las calderas de gas a partir de 2035 y el abandono de una medida sobre la eficiencia energética de las viviendas que preveía fuertes restricciones para los propietarios.
Las ambiciones climáticas del Reino Unido, que aspira a la neutralidad de carbono en 2050, se vieron afectadas por la crisis de poder adquisitivo que afecta a los británicos y por las posibles repercusiones electorales para el partido conservador.
En julio, Sunak ya causó revuelo al prometer cientos de nuevas licencias para la exploración y explotación de hidrocarburos en el Mar del Norte.
Y en junio el organismo independiente responsable de asesorar a Downing Street sobre sus políticas climáticas deploró la "preocupante lentitud" de la transición en el país, en particular para lograr los objetivos legalmente vinculantes para 2030.
"No podemos permitirnos debilitarnos ahora o perder nuestra ambición por este país de ninguna manera", dijo el ex primer ministro Boris Johnson, que estableció el objetivo de 2030 para el fin de los automóviles que funcionan con gasolina y diésel.
Por su parte la Asociación de Fabricantes y Vendedores de Automóviles (SMMT) denunció la "confusión" e "incertidumbre" que genera esta decisión, y la oenegé Greenpeace dijo que "bajo el gobierno conservador, el Reino Unido ha pasado de ser un líder a ser un rezagado en el cambio climático".
(L.Garnier--LPdF)